La calle de los atracos, del consumo de drogas y hasta de actos obscenos

Posted on 11 de julio de 2013 by Periodismo Público

Así se convirtió la calle 16 entre carreras primera y segunda del barrio Las Villas, la misma que conecta con la carrera 1A entre calles 16 y 16A y que hoy representa un peligro para quienes habitan y transitan por allí, especialmente para los estudiantes de la nueva sede Sol Naciente del colegio, pues los pequeños observan a diario escenas realmente repudiables.

Escombros, recicladores, basuras, consumo permanente de drogas y hasta escenas de sexo y actos de masturbación son practicados al aire libre por personas que se adueñaron de la calle sin que autoridad alguna ponga control a esta situación.

“El inconveniente que se ha presentado desde hace tres años es que la calle está en un abandono total, arrojan muchos escombros y se ha incrementado el consumo de drogas, las personas hacen sus necesidades fisiológicas ahí en la calle, y recientemente – aparte de todo eso – vienen a hacer sus actos obscenos en horas de la noche. Se ha convertido en un lugar peligroso, sobre todo para los niños que están en el colegio Las Villas”, manifestó uno de los habitantes que pidió no revelar su nombre.

Las personas que viven cerca de esta calle les da miedo pasar por ahí, pues además de los problemas descritos, no hay luminarias y la vía es totalmente oscura en horas de la noche. “Hemos tratado este inconveniente con Sociluz para que vengan y nos solucionen el problema, pero hasta ahora no hemos recibido respuesta alguna”, agregó el mismo habitante.

“Lo más delicado es que los niños del colegio están al frente y se dan cuenta de lo que hace esta gente, incluso hasta hay quejas de los mismos estudiantes que han visto gente masturbándose al frente de ellos en esta calle. La iglesia católica se ha visto muy afectada también porque antes de que el colegio cerrara la vía, las mismas personas se orinaban y hacían sus necesidades frente a la sede religiosa, igual sucede con la iglesia Mormona, le rayan las paredes a pesar de que ellos tratan de mantener el sitio muy bonito”, manifestó Nelson Salgado, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Las Villas.

El problema de escombros se ha intentado resolver con la empresa Aseo Internacional, y aunque algunas veces ha venido a recogerlos, personas y habitantes de la calle vuelven a arrojar este tipo de material.

“Yo estaría de acuerdo con que esa calle la cerraran porque la Policía no hace mucha presencia por acá y ahí mantienen son los fumadores de yerba a toda hora, a cualquier hora del día hay gente consumiendo, creería que cerrándola nos quitaríamos ese problema. Ahora ese botadero de escombros, perros muertos, todo lo botan detrás de la iglesia”, aseguró Víctor Galvis, habitante de Las Villas.

Y es que la idea de cerrar la calle con paso controlado ya se está trabajando. “Lo que buscamos es juntar la comunidad afectada, y con el apoyo de la Asociación de Padres de Familia, las directivas del colegio, las dos iglesias, los habitantes de las Villas, incluso los del barrio San Juan, lograr que se habilite la calle con paso controlado. El alcalde recientemente estuvo visitando esta zona y él está totalmente de acuerdo con nosotros, por eso delegó a la Dra. Vera, secretaria de infraestructura, para que empezara el proceso con el fin de hacerle el cambio de uso del suelo y se pueda cerrar”, agregó el presidente de la JAC.

Pero esta comunidad quiere hacer las cosas bien para evitar inconvenientes a futuro. “Al ser paso controlado se debe cumplir un proceso para logarlo, el cual radicaremos próximamente en la secretaría de Infraestructura. Por ejemplo, si el párroco de la iglesia quiere utilizar la calle, pues debe tener su llave y así con las cuatro casas ubicadas en esta vía, la iglesia Mormona, el Liceo Los Andes y la Junta de Acción Comunal. Incluso allí se puede hacer hasta un espacio bonito para los niños, y cuando el consorcio Las Villas nos entregue la calle totalmente limpia, podamos pintar la iglesia porque por detrás es un desastre”, finalizó Salgado.