La tierra se está tragando a San Cayetano en Cundinamarca

Una falla geológica que cambió la geografía en el municipio.


Más de 50 familias, en su mayoría agricultores, perdieron sus tierras como consecuencia de una falla geológica que cambió la geografía en el municipio de San Cayetano, Cundinamarca. Los damnificados piden ayuda del Gobierno para superar la crisis.

Cecilia Montaño lleva varios días sin poder conciliar el sueño por la ansiedad que le causa la incertidumbre sobre su futuro y el de sus 4 hijos. La razón: en diciembre pasado, se produjo un gran movimiento de tierra en San Cayetano (Cundinamarca) como consecuencia de una falla geológica.

Está situación evoca lo ocurrido hace ocho años en el municipio de Gramalote, en Norte de Santander. Cecilia y otros 200 agricultores de San Cayetano (ubicado a 134 km de Bogotá) perdieron sus predios y su sustento diario por cuenta de este fenómeno natural, que también ocurrió en 1999.

“Yo tenía un predio en arriendo. Allí la tierra se deslizó totalmente, tuve que salir y sacar a mi ganado; tengo unos terneros por fuera en la carretera porque no he tenido la manera de sostenerlos” relata conmovida esta mujer de aspecto humilde.

“Soy madre cabeza de familia, tengo 4 hijos y de eso es que vivo, de mi ganado”, insiste.

Esta tragedia también la vive Luis Cediel, un agricultor de 86 años, quien perdió todo su patrimonio tras la fuerte remoción de tierra que en cuestión de segundos se llevó consigo todo lo que construyó durante su juventud.

“Yo tenía 165 fanegadas (de tierra), ahora me quedan 6 y tuve que reducir la cantidad de ganado y por ende mis ingresos. Prácticamente lo perdí todo; me dicen que desaloje y no lo haré porque no tengo para donde irme, pedimos ayuda del Gobierno para que nos reubiquen en sitios productivos donde podamos seguir trabajando como lo veníamos haciendo”, cuenta.

Otros habitantes de San Cayetano, como María Asunción Garnica tuvieron que desalojar sus predios para poder salvaguardar su vida y la de su familia.

“Llegué aquí hace 15 años pero tuve que evacuar hace 8 días. Me tuve que ir a vivir donde un vecino a las orillas del pueblo viejo (el antiguo municipio que está en ruinas), pero me dicen que sigo en zona de riesgo y que por eso no nos dan ninguna colaboración. No tengo para donde irme”, afirma en medio de la angustia.

Tragedia con precedentes

La última vez que la tierra se agrietó en Sancayetano fue el pasado 29 de diciembre. Ese día se perdieron 1.500 hectáreas, dejando en el limbo a más de 40 familias dedicadas a la ganadería y la agricultura.

Así lo reportó el alcalde de este municipio, Luis Alejandro Roncancio, quien dijo que “en los consejos de gestión de riesgo que hemos adelantado se han identificado las familias que están en más peligro y hemos dado la orden de evacuación”.

El mandatario local advirtió que “el peligro aquí es que esta zona está cerca al Río Negro y tememos que éste se represe y el municipio de Paime (Cundinamarca) pueda correr algún riesgo afectando a sus habitantes”.

Olvido Estatal

Por su parte, los cayetenses, como se les conoce a los habitantes de este municipio cundinamarqués, se sienten abandonados por el Gobierno ya que hasta la fecha ninguna autoridad nacional ni departamental ha hecho presencia allí para brindarles un apoyo en medio de esta calamidad.

Así lo señala José Román Palacios, otro de los campesinos de la zona, quien afirma que “el Gobierno nunca nos ha brindado una ayuda con la disculpa de que estamos en zona de riesgo, no nos han venido a ofrecer reubicación o que nos den un terreno productivo para poder seguir trabajando”.

Y enfatiza: “Lo único que pedimos es ayuda para vivir porque nos ha tocado vender hasta nuestros animales. Siempre nos hemos sustentado de esta manera y ahora no sabemos qué hacer”.

Fuente: La FM

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