Lo que debe hacer Colombia para impedir un apagón antes de tres años

El consenso ya es general: si el país no adopta las suficientes medidas para fortalecer su oferta energética, después de 2021 va a enfrentar un problema de suministro que podría derivar en un apagón.


arios factores agravaron el diagnóstico recientemente: la crisis de Hidroituango, la inminencia de un fenómeno de El Niño y los crecientes precios de las tarifas de combustibles alternativos como el gas.

Por eso, durante la presentación del informe del sector de gas que presentó este martes en Bogotá la compañía Promigas, el tema central fue la discusión sobre las decisiones que debe adoptar el país para impedir que se concrete ese riesgo que cada vez más parece inminente.

El primer punto de debate se refiere a si el país debe meterse en una millonaria inversión superior a los US$650 millones para construir una nueva regasificadora en el Pacífico colombiano.

El viceministro de energía, Alonso Cardona, que viene desde la administración Santos, explicó que el anterior Gobierno decidió darle impulso a ese proyecto, pues la demora en la entrada en operación de Hidroituango le impone un dead line al sistema.

Pero este proyecto genera debate, pues la pregunta que se hacen los expertos es si sale más costoso (por el monto de la inversión) emprender el proyecto -que necesita adicionalmente la construcción de un gasoducto- o no tomar decisiones y esperar a que se den nuevos hallazgos como los de Ecopetrol y Anadarko en la Costa Caribe, o algunos on shore.

El proyecto del Pacífico puede resultar más costoso, porque necesita de esa nueva infraestructura de transporte; en el caso de la regasificadora de Cartagena, que opera desde 2016, no necesitó de transporte nuevo y por eso su inversión solo llegó a los US$150 millones.

Otros expertos consideran que el país está ad portas de la edad de oro del gas natural, gracias a que a partir de 2023 se podrán extraer los recursos off shore que ya se han encontrado en la Costa Atlántica Colombiana.

El primer gran proyecto es el pozo Orca que generaría producción para ese año. Quien tiene esta perspectiva, según fue citado durante la presentación del informe de Promigas, es el presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, que ve inminente la explotación de esos recursos.

Sin embargo, será necesario definir los costos de la extracción del gas en el Caribe para determinar la potencialidad de sus recursos.

El debate no es menor, pues de no hacerse la planta regasificadora del Pacífico y de entrar el país en una fase fuerte de fenómeno de El Niño, sin nuevos respaldo y con Hidroituango demorada, es inminente un apagón a partir de alguna fecha después de 2022. Así lo señaló la subdirectora de hidrocarburos de la Unidad de Política Minero Energética (Upme), Sandra Leyva, entidad que también se ha mostrado a favor de tener un colchón de oferta energética para situaciones críticas, con una nueva regasificadora en el Pacífico.

“El problema aquí es quién va a remunerar esas inversiones”, comentó el viceministro Cardona. Ese debate aún está por darse.

Además el tiempo está corriendo para la estructuración de una nueva subasta de proyectos de generación de energía que logren mitigar los riesgos planteados.

Lo que realmente preocupa, tal como lo manifestó durante el evento Christian Jaramillo, de la Comisión de Regulación en Energía y Gas (Creg), es que el país se ahogue en un mar de opciones, sin tomar las decisiones a tiempo.

En este momento, y con un panorama todavía de cinco años, Colombia puede tomar decisiones en muchos frentes como la construcción de la gasificadora, la autorización para explorar y explotar recursos no convencionales mediante fracking, haciendo hallazgos como los del proyecto Orca en la Costa Caribe o, inclusive, empezando a negociar desde ahora las ventas de gas de Venezuela al país.

El informe que presentó hoy Promigas hizo énfasis en que hay tendencias preocupantes en el sector, por cuenta, en algunos casos, de problemas regulatorios. Se explicó que el consumo de gas viene cayendo en los sectores de vehículos y de petroquímico, básicamente, porque los precios también han venido subiendo.

Esto ha llevado a que la demanda de gas haya caído desde los 987 millones de pies cúbicos por día (mpcd) a los 951 mpcd. Estas cifras ponen en evidencia que es necesario imprimirle un impulso al sector energético que es hoy una de las mejores alternativas de generación.

Aquiles Mercado, vicepresidente financiero de Promigas, encargado de hacer la presentación, explicó que se destaca las mayores inversiones que vienen haciendo las empresas transportadoras como TGI y la propia Promigas para aumentar la oferta de capacidad de transporte, a pesar de que ha habido demoras en nuevas regulaciones para remunerar mejor estos proyectos.

Es posible concluir de este informe que Colombia está en una coyuntura definitiva: o toma decisiones radicales que alejen la posibilidad de un apagón y que consoliden la matriz energética del país, lo que nos podría llevar a una era dorada del gas en Colombia o se demora en las decisiones y tendrá que enfrentar de manera inminente un apagón antes de cuatro años. En este frente no se nos pueden ir las luces.

Fuente: Dinero.com

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