Malhechores se las ingenian para delinquir en El Altico

Algunos habitantes de El Altico reconocen la labor que la Policía está realizando en el barrio, sin embargo también manifiestan que los malhechores que rondan en este sector de la comuna seis tienen sus “mañas” para que las instituciones encargadas de mantener el orden no se enteren de sus fechorías.


En el barrio El Altico la inseguridad es uno de los problemas más recurrentes y en donde la presencia de la fuerza pública es una necesidad apremiante para los habitantes que residen allí. Y así parece haberlo entendido la Policía, que a diario envía a varios uniformados para que realicen labores de patrullaje en distintas horas del día. Sin embargo, el problema reside en que la mayoría de vándalos son menores de edad, y ellos, al saber que tienen la ventaja de evitar ser judicializados, aprovechan estas circunstancias para hacer de las suyas.

“Desde que aconteció lo del paro se ha incrementado el número de policías y soldados que patrullan por acá, ya uno los ve más seguido y la situación en el día ha venido mejorando mucho, pero en las horas de la noche es cuando se pone más complicado porque los pelaos permanecen en grupos y ya tienen todo cuadrado para que nadie los vea”, explicó Paulo César Párraga, vicepresidente de la JAC del barrio El Altico.

“Debo admitir que el pie de fuerza aquí ha aumentado, uno no puede desconocer la labor de la Policía, pero los ladrones ya tienen su modo de trabajo, ellos se avisan entre sí y aquí ya uno no puede salir después de las 10 u 11 de la noche porque ya lo van atracando, llevo 14 años trabajando en el sector y ya estoy acostumbrada. Una alternativa que yo propongo es que los policías se vistan de civil para que nadie los reconozca y así puedan cumplir su labor”, expresó Cristina Pulido, una comerciante el barrio.

“Yo trabajaba en la 170 pero llegaba por aquí tipo 11 o 12 de la noche, entonces iba mejor y me quedaba donde mi tía en Fontibón, porque ya bien tarde llegar hasta aquí se me complicaba mucho, esperemos que el plan cuadrantes funcione por aquí, porque aún no es suficiente”, dijo Guillermo Yara, otro residente del barrio, el cual tuvo que dejar de trabajar debido al peligro que representa llegar hasta esta zona en horas de la noche.

Por otra parte, los directivos de la JAC hacen un llamado a la comunidad para que se motive y se haga partícipe de las actividades que se están implementando en el barrio con el fin de promover la integración entre vecinos, además de asistir también a las reuniones programadas por la junta para dialogar sobre temas de interés común:
“Aquí somos 250 familias y en la última reunión asistieron 23 personas, lo difícil es que la gente exige pero no contribuye, por ejemplo hacemos jornadas de recolección de basura pero muchos habitantes no son conscientes de que pronto viene la época de lluvia y las alcantarillas se van rebosar, porque aquí las empresas prestadoras del servicio cumplen su labor, pero la comunidad no hace caso a las recomendaciones. Claro que para eso se necesita un sistema de sonido con el fin de hablarles a los habitantes, aunque ya estamos en la consecución de unos parlantes”, replicó Párraga.

“Yo veo que la gente no tiene amor por el mismo sitio donde vive, no sé si es un tema cultural o que podrá ser, pero ya es hora que mostremos algo de interés por conservar las cosas buenas que tenemos aquí, que así sean poquitas o muchas, las tenemos que cuidar”, finalizó Julián Sepúlveda, un joven estudiante del sector.

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