Muerte de una familia en Usme reveló red criminal que usaba menores para delinquir

Una investigación por el crimen de cinco integrantes de una misma familia en el sur de Bogotá llevó a las autoridades a descubrir una red criminal más compleja de lo que imaginaban.

El asesinato de cinco integrantes de una misma familia en el sector de Compostela, en la localidad de Usme, ocurrido en 2024, fue el punto de partida de una investigación que reveló la existencia de una estructura criminal que venía operando silenciosamente en el sur de Bogotá.

La organización, conocida como “Los Ingenieros”, no solo estaría involucrada en ese crimen, sino también en extorsiones, tráfico de drogas y venta ilegal de terrenos. Uno de los hallazgos más alarmantes fue el uso sistemático de menores de edad en sus actividades delictivas.

De acuerdo con las autoridades, esta red llevaba más de tres años imponiendo su control en la zona. Estaría implicada en al menos 11 homicidios, y sus actividades ilegales les habrían generado ganancias cercanas a los mil millones de pesos anuales.

Para eludir el control de las autoridades, reclutaban a niños y adolescentes, ofreciéndoles hasta 500.000 pesos mensuales a cambio de cumplir tareas como vigilancia, intimidación, microtráfico y desplazamiento forzado.

La investigación incluyó interceptaciones telefónicas, análisis de cámaras de seguridad, retratos hablados, declaraciones juramentadas de 11 víctimas y reconocimientos fotográficos. Estos elementos permitieron identificar a los responsables y documentar cómo operaban.

“El crimen de esa familia no fue un hecho aislado. Fue la puerta de entrada a una estructura violenta que operaba en los bordes de la ciudad”, explicó el alcalde Mayor, Carlos Fernando Galán. Según el mandatario, los implicados también controlaban servicios básicos como el gas, cobrando por reconexiones ilegales en los distintos lotes del sector.

Además, según la Secretaría de Seguridad, la banda tenía atemorizados a los estudiantes del colegio Ciudad Chengdú. A la salida de clases, algunos eran amenazados con machetes y despojados de sus refrigerios. Aunque estos actos pudieran parecer menores, hacían parte de un patrón de captación que incluía instrumentalización en redes de microtráfico, extorsión y, en algunos casos homicidio.

Durante el operativo liderado por la Policía Metropolitana de Bogotá, en coordinación con la Fiscalía y el Distrito, se realizaron 10 allanamientos, se capturaron cinco personas y se incautaron dos armas de fuego, seis celulares, 4.000 dosis de marihuana, 131 dosis de cocaína y dinero en efectivo.

A los capturados se les imputaron delitos como concierto para delinquir agravado, homicidio agravado, tentativa de homicidio, desplazamiento forzado, hurto calificado y agravado, extorsión, porte ilegal de armas y utilización de menores en actividades criminales.

“Estos hechos no pueden repetirse. Es urgente cerrarles el paso a quienes ven en los niños y niñas una herramienta para delinquir. Agradecemos a quienes confiaron en las autoridades y denunciaron. Bogotá está comprometida con proteger a su niñez”, afirmó el secretario de Seguridad, César Restrepo.

Foto: Secretaría de Seguridad

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