Olores a baño público y comida se mezclan en puente peatonal de San Mateo
Un verdadero ejemplo de suciedad, desorden y desaseo es lo que se observa a diario en el costado noroccidental del puente peatonal San Mateo en Soacha, a raíz de la masiva presencia de vendedores ambulantes que invadieron el andén y el paso peatonal. Lo delicado es que en el lugar se mezclan los fétidos olores de orina y excrementos, con el aroma a comida que sale de los puestos que se instalaron en el lugar.
Al inaugurar el puente peatonal San Mateo los residentes de barrios como el Nogal creyeron que sería la mejor solución para la movilidad, la seguridad y la estética del sector, pero a los pocos días de entrar en servicio ocurrió todo lo contrario: atracos, desorden y fétidos olores, son los elementos que ahora predominan en el lugar.
“Los vendedores son cómplices de los atracos que se comenten, además ese puente se convirtió en baño público; en este momento usted pasa y no aguanta el olor a excremento y orina, y aun así venden chorizos, perros, picadas, arepas y hasta vicio. El perjuicio para nosotros es grande, por ejemplo la vía que entra hacia el Nogal parece es la calle del cartucho porque usted encuentra de todo, desechables, viciosos y delincuencia”, aseguró una residente de la zona que prefirió omitir su nombre.
Nubia Aguirre, presidenta de la JAC del barrio el Nogal, reconoció que el problema de inseguridad viene de tiempo atrás, pero reiteró que se incrementó con la habilitación del puente peatonal.
“El puente se convirtió en un orinal completo, en atracadero y en baño público de todo el mundo. La gente no puede llegar tarde de la noche porque la roban, no tiene alumbrado público y como habitantes intentamos voltear un reflector que tenemos hacia allá, pero no da la luz necesaria. Esta semana incluso hubo dos atracos a unas señoras del barrio, llegando de trabajar sobre las 7 pm las cogieron debajo del puente con un destornillador en el cuello y las robaron”, sostuvo.
Otra residente del barrio el Nogal aseguró que a partir de la llegada de Transmilenio empezó el ladronismo. “Se instalaron muchos puestos de golosinas y alrededor de estos ahora es un orinadero público. Otra cosa es que en el barrio hay mucha inseguridad, atracan mucho y uno no puede hacer nada porque esa gente mantiene armada con cuchillos y navajas”.
Los vecinos aseguran además que las personas que llegan después de las 10 p.m. se exponen a ser atracadas, y que por eso muchos familiares optan por salir a la autopista armados con palos y machetes para proteger a sus amigos y seres queridos.
Los vecinos del Nogal también se quejaron del parqueadero ubicado al costado noroccidental del puente peatonal. Dicen que justamente al frente es donde se presentan atracos y robos. “Pues ahí no sabemos qué hacer porque es una unión completa que uno no sabe cómo actuar, es amenazando y diciendo, y la comunidad ya está aburrida con ese tema, es una situación muy difícil para quienes tenemos que pasar por el lugar”, agregó la presidenta de la JAC.
Responden las autoridades
En cuanto a la proliferación de puestos de comida y a la falta de aseo e higiene por parte de quienes venden productos comestibles en medio de los olores a orina y excrementos de animales y humanos, la Secretaría de Salud de Soacha, respondió:
“La Secretaría de Salud, enmarcada en sus competencias, viene realizando actividades de vigilancia sanitaria en las diferentes comunas del municipio. En lo referente a la Comuna 5 se han realizado operativos conjuntos con la Inspección de Policía de la Zona, con la finalidad de realizar el peritazgo de los productos (alimentos) encontrados en vía pública.
De igual manera, se enfocan los esfuerzos a fortalecer los procesos de comunicación social del riesgo en los vendedores ambulantes del sector que lo permiten, y en los comerciantes, socializando aspectos sanitarios relevantes”.
En cuanto a la invasión al espacio público, el Director de Apoyo a la Justicia de la Secretaría de Gobierno, Elberto Ariza, dijo:
“La inspecciones segunda y quinta están haciendo operativos de socialización en el tema de las normas que existen en el municipio. Una vez enterados y agotado ese procedimiento, porque así lo exige la norma, entraríamos a incautar las mercancías; es un tema que nosotros no quisiéramos hacer, pero la idea es que las personas tengan en cuenta las normas para poder manejar las alternativas económicas que ellos tienen.
Tengamos en cuenta que el decreto 17 de 2005 establece, en competencia de la inspectora, el tema de recuperación de estos escenarios, la idea es-una vez con la información- requerir a la inspectora para que a través de la Policía tome las acciones correspondientes.
A mediano y largo plazo, el municipio necesita el plan maestro del espacio público para verificar cuáles van a ser los sitios de ubicación de los vendedores, en qué condiciones, qué contraprestaciones le van a dar al municipio, el tema de seguridad, de asistencia a las escuelas de convivencia, es tener unos temas de seguridad que fortalezcan los esfuerzos que ha hecho la administración en esta materia”.
Siga a Periodismo Público en Google News. Suscríbase a nuestro canal de Whatsapp