Por decisión de la Asamblea, Udec dejará de recibir 8 mil millones de pesos en 2014

Luego de la aprobación de la ordenanza por parte de la Asamblea departamental, la cual autoriza reducir el cobro de la estampilla para la Universidad de Cundinamarca de 1,5 a 0,5 por ciento de todos los contratos del departamento, las directivas del alma máter se mostraron molestas y dijeron que ya presentaron una tutela pidiendo la suspensión de la medida.


La polémica ordenanza se aprobó el pasado 16 de diciembre, justo cuando los directivos y todo el personal de la universidad estaban en vacaciones, por eso la reacción se produce hasta ahora.

La tasa fue creada en el año 2009 por orden del Congreso de la República, y en aquel entonces quedó grababa con el 1,5 % sobre los contratos de las entidades y secretarías del departamento, pero los diputados decidieron reducir esa tarifa al 0,5 por ciento, lo que significa que los 12 mil millones de pesos que la universidad proyectó recaudar este año por el mismo concepto, se reducirán en 8 mil millones, ya que apenas recibirá 4.000 millones.

Ante la descabellada decisión de los diputados, el rector del alma máter, Adolfo Polo, aseguró que esta semana presentó una tutela en la que solicitó la suspensión de la ordenanza.

“Delicado que le hagan semejante descalabro a la universidad, uno como estudiante no entiende cómo cada día le incrementan el presupuesto a la guerra, pero se lo quitan a la cultura y a la educación. Cuando más se necesita fortalecer la universidad, llegan nuestros diputados y cometen semejante atropello”, sostuvo Camila Salazar, estudiante de la Udec.

“Ese es nuestro Estado y para eso es que sirven los diputados, como para seguir votando por ellos. Además hasta donde yo sé, creo que hay uno de Soacha y miren, esa es la ayuda que recibimos”, agregó Jesús Alberto Monguí, estudiante universitario.

Para las directivas de la Universidad, el intempestivo cambio en la tarifa de la estampilla reduciría notablemente el presupuesto para la dotación de laboratorios y bibliotecas, el programa de certificación de alta calidad, el desarrollo tecnológico, y se dejarían de aprobar becas estudiantiles.

Finalmente, el rector Polo dejó ver su molestia y dijo que el castigo a la universidad puede obedecer a una especie de venganza hacia la Institución de educación, teniendo en cuenta que recientemente el alma máter le ganó una demanda al departamento por los aportes de ley que durante una década dejó de girar el mismo gobierno seccional.

La apreciación la hizo por el hecho de que la decisión se tomó luego de que la universidad había aprobado el presupuesto del año 2014 y que todo su personal estaba en vacaciones.

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