Ser sostenible sí paga: empresas de Cundinamarca y el país pueden ser beneficiaras de incentivos económicos

La implementación de proyectos de eficiencia energética por
parte del sector privado se ha convertido cada vez más en una prioridad, si lo
que se busca es aumentar la
productividad
, la competitividad a nivel nacional e internacional y el
cuidado del medio ambiente.

El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Ambiente y
el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, ha buscado promover la
generación e implementación de proyectos
de eficiencia energética
por parte del sector privado, incentivando a los
empresarios con beneficios económicos si cumplen con todos los requisitos
exigidos por las autoridades ambientales.

Bajo este contexto, la Corporación Ambiental Empresarial
CAEM, la Cámara de Comercio de Bogotá, CCB, y la Autoridad Nacional de
Licencias Ambientales ANLA, realizaron en la capital del país, la sesión
ampliada de la Comisión de Medio Ambiente y Energía del Comité Colombiano de la
Cámara de Comercio Internacional, ICC Colombia, con el objetivo de fortalecer
las capacidades de los empresarios en temas como incentivos tributarios para
eficiencia energética a través del ANLA y UPME, y económicos para acceder a
asistencia técnica por medio del programa Fábricas de Productividad.

Más de 63 empresarios
de Bogotá Región
fueron capacitados sobre la importancia de los incentivos tributarios y beneficios
técnicos
establecidos por la normatividad nacional para crear y generar
proyectos de eficiencia energética, que no solo benefician a las compañías en
términos de competitividad y productividad, sino también el desarrollo del
país, con un aumento en la inversión extrajera, la generación de empleo y la
protección al medio ambiente, siendo esta una prioridad del Gobierno para
cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, suscritos en el año
2015.

De acuerdo con Fabiola Suárez, directora de la CAEM, “los
beneficios económicos e incentivos tributarios a los que pueden acceder las
empresas frente a la creación e implementación de proyectos de eficiencia
energética son muchos, pero poco conocidos. Actualmente, los incentivos están
divididos en deducciones, exenciones y trámites especiales que la ANLA y la
UPME brindan a las compañías con una exclusión total del IVA y un descuento a
la renta hasta del 50% por cinco años, entre otros. Asimismo, existe el programa
Fábricas de Productividad con el que las empresas pueden acceder a apoyos
económicos importantes para crecer en sus operaciones, mejorar su imagen
corporativa y abrir nuevos mercados en el ámbito internacional”.

El programa Fábricas de Productividad fue creado por el
Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. En la actualidad es liderado por
Colombia Productiva y operado por 5 Cámaras de Comercio del país, entre ellas
la de Bogotá, Barranquilla, Medellín, Cali y Bucaramanga. A través de este programa
las pequeñas, medianas y grandes empresas de Cundinamarca y el país, que tengan
más de 10 empleados y activos superiores a 500 millones de pesos, pueden ser
beneficiarias de cofinanciación para los proyectos de eficiencia energética que
quieran ejecutar.

 “Antes las Cámaras de
Comercio apoyaban a las empresas, brindando un 50% en financiación y el otro
50% lo aportaban estas últimas. Sin embargo, desde la creación de Fábricas de
Productividad, las Cámaras de Comercio financian el 35%, las compañías el 20 o
25%, dependiendo de su capacidad operacional, y Colombia Productiva el 50%,
esto con el objetivo de aumentar la productividad de las empresas asistidas en
cualquiera de las áreas de intervención técnica, como por ejemplo en energía
donde la meta es mejorar en un 8% la productividad”, afirmó Suárez.

¿Cómo acceder a
Fábricas de Productividad?

Las compañías interesadas, primero tienen que pasar por una
fase de evaluación para verificar si cumplen con los requisitos mínimos
exigidos por Fábricas de Productividad; segundo, si pasan esta fase, un gestor
local, experto en productividad y quien está vinculado a las Cámaras de
Comercio visitará a las empresas y hará un diagnóstico a profundidad para
determinar en cuál de las siguientes áreas técnicas, dependiendo de la
necesidad de la empresa, se puede establecer un plan de trabajo: productividad
operacional, eficiencia energética, gestión comercial, calidad, productividad
laboral, desarrollo y sofisticación del producto, transformación digital, sostenibilidad
ambiental y logística.

Adicionalmente, un extensionista experto en cada área
trabajará de la mano de la empresa para la implementación de un plan de
trabajo. Según Fabiola Suárez, “esta es una de las fases más importantes puesto
que es aquí donde el empresario puede recibir una asistencia técnica
especializada que le va a permitir entender cuáles son los cambios y
oportunidades de mejora que tiene que realizar para que la compañía sea más
productiva y competitiva. Actualmente, desde la CAEM somos extensionistas en
eficiencia energética y sostenibilidad ambiental, dos áreas en las que somos
expertos y que por 12 años hemos fortalecido trabajado de la mano de 1.000
empresas, ubicadas en 104 municipios y 17 departamentos del país”.

Finalmente, las compañías beneficiarias que terminen la fase
de extensión tecnológica serán evaluadas por un gestor que analizará los
resultados obtenidos por esta, con el objetivo de verificar el cumplimiento del
indicador de mejora en el área en la cual fue asistida por el programa Fábricas
de Productividad.

Siga a Periodismo Público en Google News. Suscríbase a nuestro canal de Whatsapp