Un paso más cerca de los hidrocarburos sintéticos elaborables a escala industrial

Se ha dado un paso clave hacia la elaboración de combustibles sintéticos renovables, comparables a los obtenidos del petróleo natural. En la fabricación de tales combustibles sintéticos se emplearía dióxido de carbono (CO2), extraído de la atmósfera, donde es más abundante de lo deseable.


Poner en pie un sector industrial dedicado a elaborar hidrocarburos sintéticos permitiría escapar a la creciente carestía del petróleo natural.

La técnica de elaboración en la que se trabaja se basaría en el uso de bacterias, luz solar y dióxido de carbono. A este proyecto, el Departamento de Energía de Estados Unidos le ha otorgado 2,2 millones de dólares.

El equipo de la investigadora Janice Frias de la Universidad de Minnesota dio el paso más decisivo al averiguar cómo utilizar una proteína para transformar los ácidos grasos producidos por las bacterias en cetonas, que pueden manipularse para fabricar hidrocarburos.

En este trabajo también han participado el bioquímico Larry Wackett, el químico orgánico Jack Richman, y la investigadora Jasmine Erickson.

Por su parte, los ingenieros químicos Aditya Bhan y Lanny Schmidt están convirtiendo las cetonas en gasóleo mediante la tecnología catalítica que han desarrollado. La capacidad de producir cetonas abre la puerta a la fabricación de hidrocarburos semejantes al petróleo utilizando sólo las bacterias, la luz solar y el dióxido de carbono.

Hay un interés enorme en el uso del dióxido de carbono para elaborar hidrocarburos. El CO2 es el gas de efecto invernadero que más influye en el cambio climático global, por lo que retirar de la atmósfera grandes cantidades de este gas sería beneficioso para el medio ambiente. Su abundancia facilitaría su recolección. Además, para procesar y transportar este nuevo hidrocarburo, se podría usar la misma infraestructura que ya se emplea hoy para los combustibles fósiles.

El equipo de la Universidad de Minnesota está utilizando la Synechococcus, una bacteria que fija el dióxido de carbono en presencia de luz solar y convierte CO2 en azúcares. En el siguiente paso del proceso, se alimenta con los azúcares a la Shewanella, una bacteria que produce hidrocarburos. Esto hace que el CO2, un gas de efecto invernadero producido por la combustión de combustibles fósiles derivados del petróleo, se transforme en hidrocarburos.

Los hidrocarburos (compuestos a base de carbono e hidrógeno) son el principal componente de los combustibles fósiles.

Fuente: http://noticiasdelaciencia.com/not

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