Venezolanos en Soacha entre la estigmatización y la supervivencia
A las más de 50 mil víctimas del conflicto registradas formalmente en Soacha, ahora se suman ciudadanos venezolanos que están inundando las calles del municipio con las ventas ambulantes. Según la Unidad de Atención a Víctimas, ya son alrededor de 60 familias que han llegado del vecino país y están ubicadas en Ciudad Verde, Cazuca y el centro.
Sin ánimo de estigmatizar y reconociendo a las personas provenientes del vecino país, como sujetos de derechos, se reconoce que existe un problema con su llegada a Soacha y es que no hay control alguno por parte de las autoridades locales, ni el presupuesto para su atención. Pese a que las calles están inundadas de vendedores ambulantes de Soacha y otras regiones del país, ahora se suman los venezolanos que huyen de su territorio y llegan a la ciudad a terminar de colapsar las vías de la ciudad.
“Yo me gano la vida vendiendo jugos naturales porque la verdad no tengo cómo vivir y debo llevarle algo a mi familia. Yo llegué hace un mes porque en Venezuela simplemente te mueres de hambre si te quedas allá”, narró Camilo Quintero, un venezolano proveniente de Caracas.
“Estoy con mi hija vendiendo lechona porque fue lo que mejor encontré para vivir. En Venezuela nos estamos muriendo y había que tomar alguna decisión pensando en la familia; yo tengo tres hijas y una esposa a quien tengo que mantener y la verdad la única forma que encontré fue huyendo hacia Colombia”, describió otro ciudadano venezolano.
Pero el problema para Soacha no es de solidaridad, se trata de analizar el profundo lío existente desde hace más de 20 años con la invasión al espacio público.
“Es que aquí no podemos albergar a ciudadanos extranjeros porque el problema es para los soachunos. Cada día se ocupan más las calles y las autoridades no hacen nada. Tras de que vienen de Bogotá y otras ciudades, ahora se suman los venezolanos, estamos hechos”, sostuvo Camila Miranda, residente en Ciudad Verde.
Pero el drama va más allá de la ocupación de las calles de Soacha por parte de venezolanos. Muchos extranjeros están empleados y aunque para los propietarios de negocios es bueno porque es mano de obra barata, las autoridades colombianas advierten que contratar ciudadanos ilegales no está permitido y los dueños de las empresas pueden terminar con serios problemas legales.
Cifras de Migración Colombia indican que el año pasado entraron 426.060 personas venezolanas a Colombia y salieron 353.498. En la actualidad 72.562 personas continúan en el país de forma ilegal, y 40.127 están en calidad de residentes.
Fotos: Javier Rubio y El Universo
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