Soacha duplicó sus ingresos por recaudo de impuestos
En lo que va corrido de esta administración, los impuestos más significativos del municipio pasaron de 23 mil a 46 mil millones de pesos, gracias a una serie de elementos que se han conjugado para generar confianza en los contribuyentes y a estrategias trazadas desde la Administración para evitar la evasión y la demora en el pago.
Recientemente el mismo alcalde José Ernesto Martínez exaltó el incremento del recaudo por ingresos ordinarios en Soacha, argumentando inclusive que el municipio está muy cerca de alcanzar la primera categoría, cuya meta es de 50 mil millones de pesos a diciembre 31. Pero el aumento obedece a una serie de factores que el Director de Impuestos explicó, enfocándose básicamente en cuatro sectores que generan tributo al municipio:
1-Impuesto de Industria y Comercio. Superando la crisis económica vivida en 2008 y 2009, el crecimiento de este impuesto se debe a las campañas de cultura tributaria implementadas por la Administración Municipal, a las acciones de tipo administrativo que realizó la Dirección de Impuestos, a la respuesta de los industriales, comerciantes y prestadores de servicios al cumplir la norma a través del pago, y a la credibilidad en las instituciones.
“Adicionalmente con la Cámara de Comercio realizamos unas campañas de visitas a comerciantes y establecimientos, y montamos una oficina de fiscalización. Estos hechos conllevan a que de una u otra forma se vaya incrementando el recaudo y se refleje en estos aumentos anuales como en nuestro caso que recibimos el municipio con unos impuestos en Industria y Comercio en 17 mil millones y aspiramos entregarlo sobre los 24 mil millones de pesos”, enfatizó Peralta.
Adicionalmente se inició el cobro coactivo a los morosos en cuyo proceso se concientiza al contribuyente en mora de la importancia del pago y se le avisa que tiene la obligación legal de pagar o de lo contrario enfrentaría todos los procesos jurídicos del cobro que conllevan hasta la pérdida del bien.
3-Impuesto de Delineación Urbana. Es un tributo que se debe pagar por el hecho de construir o remodelar una vivienda, un negocio o un edificio. Corresponde a las licencias de construcción que otorga la curaduría urbana para vivienda nueva o en reconstrucción.
“Los criterios técnicos del cobro de este impuesto aquí en Soacha tienen relación con la cantidad de metros cuadrados que se van a construir, o al tamaño y clase de la construcción, que para nuestro caso está más centrado en lo que es vivienda VIP y VIS. Tiene una parte técnica que la otorga planeación municipal donde establece la cantidad de metros de construcción y bajo esa cantidad la Dirección de Impuestos, de acuerdo a unas tarifas establecidas, hace la base y la liquidación. Este impuesto también se incrementó en este cuatrienio; estaba sobre los mil millones y en este momento está por el orden de los 2.600 millones de pesos, y en parte se debe al desarrollo urbanístico que ha tenido Soacha como ciudad, es el reflejo de que ya este desarrollo se presenta de una manera urbanística normada y reglada, y no como antes que se hacía con la construcción de vivienda sin ningún tipo de parámetro de orden legal o técnico”, recalcó el Director de Impuestos.
4-Sobretasa a la gasolina. Es un recurso significativo en Soacha por ser una ciudad de salida, de gran afluencia vehicular, pero este impuesto no ha tenido crecimiento, ha estado estancado en los últimos años, incluso ha tendido a bajar. “Lo recibimos con un recaudo anual del orden de los 5.500 millones y en este momento, incluido septiembre, está en los 4.200 millones, aspiramos a dejarlo en cinco mil. Pero esto es explicable por tres razones: La primera porque el precio de la gasolina ha tratado de estabilizarse y ya no se dan los incrementos mensuales; el segundo hecho es que muchos vehículos los han pasado a gas, y un tercer factor es el pico y placa en Bogotá. Muchos dejan los carros guardados, no los sacan, por lo tanto no tanquean acá”.
Frente a los anteriores factores, el director de Impuestos considera que hoy en día hay un contribuyente más fiel y que cree más en sus instituciones. “El hecho de mirar la tributación con una actitud diferente y como una obligación que tiene el ciudadano que percibe unos ingresos o tiene una actividad comercial, industrial, o algún predio, significa que tiene más conciencia que debe pagar por ello. Otro aspecto es que el contribuyente ve que sus recursos son manejados por personas que representan instituciones y que actúan en instituciones que les da garantía, creen en la administración y el reflejo es el pago del tributo”, finalizó.