“No contamos con el apoyo que requerimos en la parte rural”
Así resumió el Corregidor uno de Soacha, Mauricio García, la compleja situación que se vive en este sector del municipio, que como se decía recientemente en una publicación de este medio, vive en una total anarquía y un completo abandono.
Si bien es cierto que en la totalidad del territorio de Soacha hay serias dificultades y muestras de ausencia estatal, es quizás en las veredas donde se aprecia con mayor fuerza, dado que estas componen el 70% de la extensión de Soacha y que producto de la falta de acción por parte de las autoridades, se ha empezado a generar migración por parte de los campesinos hacia el caso urbano e incluso a la misma capital de la república.
Así habló García:
Periodismo Público.com: Hace unos días uno de los empresarios de la vereda Panamá manifestaba su preocupación y hacía la denuncia de las diferentes irregularidades que se viven en el sector, ¿qué se puede decir hoy al respecto?
Mauricio García: Desde mi Despacho se han atacado todos los focos de contaminación, medio ambiente, inseguridad, invasiones de terrenos privados y espacio público, sin embargo a veces resultan insuficientes todas las acciones que se tomen, porque la gente manifiesta, por algunas razones, que en Soacha no se está haciendo nada y depronto yo pienso que sí puede ser así, porque carecemos del respaldo de muchas de las instituciones; no tenemos las herramientas ni los equipos necesarios para poder actuar en contra de estas actividades.
Respecto a la industria, yo personalmente he hecho visitas a éstas y a todas las he requerido por Ley 232, que es lo que nos ordenan a nosotros para que ellos nos aporten toda la documentación que los acredita como legales en el sitio, sin embargo a muchos de ellos los he tenido que dejar ‘quietos’ por un solo motivo, y es que la Secretaría de Salud no les ha hecho la correspondiente visita para poder tomar decisiones frente a la legalidad. Para nosotros ellos comienzan a ser legales en el momento en que la Curaduría les concede el concepto favorable del uso del suelo. A partir de ese momento los demás requisitos pasan a un segundo plano, eso nos da la facultad para poder cerrar definitivamente un sitio de estos, aún así, las curadurías han dado concepto favorable a muchos de ellos.
En cuanto a las carboneras y las hueseras, gracias a la gestión de la Personería y la Sijín logramos erradicar esta actividad del corregimiento, lo malo es que la cura resultó peor que la enfermedad porque ahora están regados por los dos corregimientos, específicamente en la vereda Bosatama, donde se ubicaron cerca de 40 personas dedicadas a la quema de carbón a cielo abierto. En mi zona me ha tocado sacarlos de Villa Nueva, Chacua, Fusungá, y se está organizando uno nuevo en San Jorge.
Un flagelo grave en el cual necesitamos respaldo de todas las entidades del municipio son las invasiones, pues por la parte posterior de Altos de la Florida en el sector de El Manzano, los predios Filadelfia, La Moya y La Sopera, están siendo objeto de venta ilegal por inescrupulosos que al parecer vienen de la localidad de Bosa; yo ya estoy tomando acciones al respecto y se han iniciado los procesos de infracción urbanística, aunque cabe mencionar que hay otros como San Sebastián en la parte alta de Ciudadela Sucre, detrás del Bosque de San Mateo.
P.P.com: Por encima de lo que se ha hecho para contrarrestar la situación, se continúa evidenciando que las violaciones a las normas se siguen haciendo sin ningún control aparente, ¿qué está pasando entonces?
M.G: Pues después de que logramos que los invasores se fueran, estas personas encontraron que por alguna razón el municipio los atrae, porque ellos anteriormente venían todos de Bogotá, de donde los sacaron para que después encontraran refugio en Soacha. Ahora: a partir del próximo 1 de enero, los vehículos de tracción animal ya no pueden volver a circular por Bogotá, entonces ¿para dónde van a coger si no se toman acciones al respecto?, pues a Soacha, Olivos, La María y a todos estos sectores que albergan a estas personas.
Desgraciadamente cuando me doy la vuelta ellos continúan con su actividad, varias veces he ido con los bomberos a apagar las carboneras, pero como lo dije antes, se están yendo hasta el corregimiento dos, eso contando con los oficios de la CAR que reposan en la Secretaría de Planeación, donde dicen que ellos no necesitan permisos de emisiones ni requieren ninguna autorización ambiental para poder funcionar, cuando sabemos que esa actividad, como la llevan, es totalmente ilegal.
P.P.com: A propósito del trabajo de las diferentes autoridades, ¿se puede hablar de omisión frente a la problemática del sector rural?
M.G: No sé si decir eso, pero lo que veo es que no contamos con el apoyo que requerimos, yo hago operativos de minería ilegal y no aparecen los entes a pesar de que yo los cito y les comunico de las actividades. En los primeros años de trabajo alcancé a suspender 35 minas ilegales, de esas se quedaron quietas muchas y hoy en día tenemos legales y trabajando 12, junto a otras 10 que siguen en la ilegalidad. Tengo un Minero que hemos capturado dos veces por ejercer minería ilegal, el proceso cursa en una de las fiscalías, pero según el dueño del título minero, la Fiscalía sólo está esperando para verificar si el delito es grave o no. La situación me parece bastante grave, están robando al Estado al ejecutar una explotación de esta naturaleza.
Lo que hacen estos señores cuando lo ven a uno es burlarse, porque se dan cuenta que nos fuimos a la parte penal y no pasó nada. En este momento la última colaboración que estoy solicitando es a la Dijín de Bogotá, la Interpol y la Unidad de Delitos Ambientales para que colaboren con la judicialización de seis minas ilegales que están generando bastantes problemas.
El mismo Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible estableció por medio de la Resolución 027 de 2004 que todos los entes de control como la CAR, el mismo Ministerio y la Procuraduría, emprenderían las acciones inmediatas para judicializar la minería ilegal, hasta el momento no ha habido una respuesta al asunto y tampoco que se ejecuten acciones al respecto, porque lo que hacen es remitir a otras entidades.
P.P.com: ¿Y entonces que se puede hacer?
M.G: Soacha es una ciudad muy grande que sigue en crecimiento y al parecer eso no ha generado la suficiente importancia, las autoridades están tomando a la ligera todas esas situaciones que suceden en el municipio. Los invasores están regados por todos los predios que se encuentran vacíos y venden lotes en todos lados. Tratamos de atacar pero faltan muchas herramientas y mucha colaboración de las autoridades a fin de poder contrarrestar todos esos flagelos.
La zona rural no alcanza a reunir 6000 personas, pero sí es importante porque es la mayor extensión de Soacha, un 70% del territorio y por ende necesita una mayor atención, en aras de garantizar la tranquilidad y la estabilidad de todos estos sectores. La producción del sector rural está encaminada a la fresa, la papa, la arveja, algunas flores y algo de hortalizas, pero los campesinos se están marchando de la zona porque no ven futuro y la población cada vez es menor.
P.P.com: Para hacer una conclusión final, ¿se puede decir que producto del contexto que se vive en la zona rural se está generando un desplazamiento interno dentro del mismo municipio?
M.G: No digamos que un desplazamiento, pero sí que por ejemplo, los muchachos del sector ya no ven futuro en la Agricultura y prefieren salir a encontrar otros horizontes. Muchos vienen y estudian carreras técnicas en la zona urbana, o se van a estudiar a Bogotá, infortunadamente no vuelven. El corregimiento se está llenando de ancianos que se están quedando solos en sus casas sin la presencia de jóvenes que tomen las riendas de la producción agropecuaria en el sector, sencillamente porque ya no lo quieren hacer.
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