Actores de la industria panadera discuten sobre los retos y el futuro del sector en la Cámara de Comercio de Bogotá
Adepan y la Cámara de Comercio de Bogotá esperan reunir a más de 500 personas de la industria panadera entre el 27 y 28 de julio en la Sede Kennedy, en el evento ‘Bogotá Huele a Pan’.
Entre el jueves 27 y el viernes 28 de julio, desde las 9:00 a.m. hasta las 6:00 p.m., se desarrolla en la sede Kennedy de la Cámara de Comercio de Bogotá el evento ‘Bogotá Huele a Pan’, una iniciativa de la Asociación Nacional de Fabricantes de Pan (Adepan) y la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), con el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Económico de la Alcaldía de Bogotá, que busca convertirse en el principal espacio de encuentro del sector de la panadería y la repostería.
El evento promueve el diálogo entre miembros de la industria para establecer contactos comerciales, descubrir las últimas tendencias del sector, participar en demostraciones en vivo y charlas especializadas, así como una feria de servicios de la CCB especialmente para el sector.
“Anualmente celebramos el día del panadero con eventos como este para resaltar la labor y el valor del panadero. Estamos descifrando lo que ha pasado en torno a una actividad económica que ha enfrentado grandes desafíos en los últimos dos años. En Colombia hay alrededor de 26.000 negocios que producen y transforman pan, de los cuales cerca de un 80% hacen parte de la panadería tradicional, las panaderías de barrio”, comentó Marcela Morales, presidente de Adepan.
Por su parte, Juan David Castaño, vicepresidente de Fortalecimiento Empresarial de la CCB, resaltó la relevancia de la capital en esta industria y explicó que “el sector de la panadería es de gran importancia para Bogotá y la Región, pues de acuerdo con información del Registro Mercantil de la CCB, a junio de 2023 el sector cuenta con 5.540 empresas activas, siendo el 97% de ellas microempresas en las cuales hemos centrado nuestro foco de atención y servicios para su fortalecimiento y competitividad”.
Precisamente, desde hace un poco más de tres años la CCB prioriza la atención a la base de la pirámide empresarial, aquellas microempresas que son mipymes y representan el 91,8% del total de las empresas de Bogotá. Este tipo de negocios son los pequeños negocios de la economía popular como las panaderías, por lo que la entidad los atiende a través de un portafolio de más de 600 servicios gratuitos que brindan herramientas para el cierre de sus brechas durante sus diferentes etapas de desarrollo.
El peso de la industria del pan en Colombia
En Colombia las panaderías y reposterías registran ventas por más de tres billones de pesos y generan cerca de 400.000 empleos directos. Su peso es tal que, dentro de la producción nacional de alimentos, la industria panificadora representa el 16%. Además, somos el quinto país de la región en consumo per cápita de pan con 22 kilos por año.
Bogotá y la Región se destacan por la calidad de su producto y por concentrar un alto número de micronegocios alrededor de la industria, pues mientras el 97% de los negocios del sector son microempresas, apenas el 2% son pequeñas y el 1% son medianas o grandes empresas.
Aumento de costos de producción, el pan de cada día
La principal discusión sobre los retos que enfrenta el sector giró en torno a los crecientes costos al producir el pan, impactados principalmente por las afectaciones climáticas, la reducción de la oferta mundial de trigo, el alza en los fletes y el aumento del dólar en el primer semestre. Así mismo, la entrada en vigor de la norma de etiquetado de alimentos puede presentar un reto o una nueva oportunidad para las panaderías de barrio.
Durante el evento, Rodrigo Mantilla, de Fleischmann Foods, señaló que esta preocupación se acompaña de un contexto inflacionario que ha afectado el consumo a nivel de la canasta familiar y el reto de la industria de mantenerse vigente ante las nuevas tendencias del consumidor que hoy en día tiene familias más pequeñas, disminuyendo la necesidad de abastecimiento.
Por su parte, el chef colombiano, Mark Rausch, dijo que la industria debe repensar sus procesos de cara a un consumidor más exigente para generar productos en los que las técnicas y procesos correctos permitan que la levadura pueda hacer sus procesos enzimáticos para que así el pan no se vea “satanizado” por el gluten.
La producción y las ventas de la industria panificadora no se vieron afectadas por la pandemia de manera significativa, de hecho, han continuado creciendo. Sin embargo, la reducción de los márgenes de rentabilidad a causa del incremento de los costos ha afectado principalmente a los pequeños negocios y a los consumidores que han empezado a afrontar mayores precios de los productos panificados.
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