Bicitaxis: un trabajo honrado pero ilegal

A pesar de ser una buena alternativa de movilidad y oportunidad de empleo en Soacha, el transporte de bicitaxis es una actividad que no está regulada y es considerada ilegal por parte de las autoridades y los organismos de transporte en todo el país. No obstante, tanto miembros del gremio como usuarios de este medio de transporte en Soacha, defienden sus ventajas.


Desde el año 2003, los vehículos llamados bicitaxis se han convertido en una alternativa de movilidad en Soacha, además de ser un servicio ecológico y fuente de ingresos de decenas de familias de bajos recursos que se benefician del mismo, dada la actual situación de desempleo en el municipio.

En Soacha el uso del bicitaxi se ha implementado en mayor medida en puntos como San Mateo, Centro Comercial Unisur, Centro Comercial Mercurio y El Nogal, realizando trayectos a diferentes sectores de las comunas tres, cuatro y cinco, incluyendo Ciudad Verde y algunos barrios de Bosa.

Los empleados de este medio de transporte son jóvenes desde los 16 años hasta adultos de 45, quienes con el esfuerzo de sus piernas transportan las personas a sus destinos a partir de las 6 de la mañana hasta casi las 9 de la noche, siendo esta la forma de empleo para cubrir sus necesidades básicas, no solo para quienes conducen sino para un importante grupo poblacional como los mecánicos (ciclo taller) o los propietarios de restaurantes que reciben a los bicitaxistas.

“Nosotros estamos siempre a disposición de la gente, tratamos de ofrecerles un servicio rápido, económico y seguro. Así mismo a uno también le sirven las carreritas, especialmente en tiempo de lluvias porque se sube más gente para no mojarse. Gracias a este trabajito yo he podido llevar la comida a la casa, pagar el arriendo y darle el estudio a la hija mía” cuenta Eduard Peña, operario de un bicitaxi.

En cuanto al tema de las tarifas, cada bicitaxi tiene una tabla similar a la de los taxistas que los identifica como miembros de una asociación de ciclomóviles, donde también se fijan los precios de los recorridos desde 600 hasta 3.000 pesos, dependiendo la distancia del destino.

“El costo depende del destino, por ejemplo de Mercurio a Ciudad Verde le vale 2.500, si el cliente quiere se lleva de Unisur a Bosa, pero es más costosito porque es un trayecto largo, hoy por ejemplo estoy acá en solo San Mateo porque son trayectos más cortos, digamos que para ir hacia al hospital, a Unisur o a la plaza de mercado, entonces son mil pesitos, como hay señores que les gusta salir los sábados de tour con la novia, entonces ya le vale más”, sostuvo Emilio Chaparro, bicitaxista de San Mateo.”

En el sector de San Mateo, este servicio de bicitaxi ha tenido una acogida favorable y muchos de los habitantes del sector son usuarios frecuentes como el caso de Pilar Doncel, quien argumenta: “Este transporte nos permite acercanos más a nuestras casas de donde lo deja a uno el bus, es más cómodo para cargar los paquetes grandes, mucho más económico, es más fácil cogerlo y que nos muevan para donde necesitemos”.

El precio de ser un transporte ilegal

De otra parte, un aspecto que siempre ha atormentado a este gremio de ciclomóviles es el hecho de que su trabajo sea considerado por las autoridades y los organismos de transporte como una actividad ilegal, por lo tanto no está autorizada.

«Queremos que nos dejen de ver como si fuéramos vendedores informales, que nos apliquen el sistema de homologación y que legalicen nuestro trabajo con rutas autorizadas, nosotros no hacemos nada malo para estarnos escondiendo de los policías, al contrario, le prestamos un servicio a la comunidad», manifestó Augusto Rivera, uno de los conductores de los vehículos.

Por su parte el recién llegado Director de Transporte municipal Jaime Ramírez, fue claro y contundente al opinar frente a la situación de esta modalidad de transporte urbano:

“De acuerdo con las disposiciones que rigen el transporte y el transito en Colombia, específicamente en el Código Nacional de Transito o ley 769 del año 2002, los vehículos clase bicitaxi no están regulados y no se pueden utilizar para el servicio público, solamente para servicio particular. En ese sentido el municipio no autoriza la prestación de servicio público para este tipo de vehículos, no podemos de ninguna manera viabilizarlo o convalidarlo porque eso es ilegal y está por fuera de la norma. De pronto sería viable si ellos prestaran el servicio en esos sectores donde no hay mucho control. Sin embrago, la función del control y vigilancia la ejerce el organismo de transito departamental, es decir, la Secretaría de Movilidad de Cundinamarca, dado que en Soacha no se ha creado la Secretaria de Transito. Por tal, al Departamento de Cundinamarca le compete este asunto; ellos a su vez tienen contratados unos agentes de la policía, que son los que vigilan y controlan la actividad de tránsito y de transporte en el municipio y pueden llevar a cabo cualquier operativo.

Por eso el gremio de los bicitaxis opera por su cuenta y riesgo, porque la sanciones ya son grandes, las sanciones son de cuatro SMLV y el vehículo se les inmoviliza.”

A pesar de los términos legales que perjudica a los bicitaxis, muchos usuarios de transporte público están a favor de este servicio y apoyan su uso por ser un servicio eficaz, ecológico, barato y recreativo.

“Es un trasporte ecológico, no tiene motores entonces no contamina y es muy económico, además los conductores son muy cuidadosos y precavidos a la hora de llevar a las personas”, expresó Omar Cortez, usuario de bicitaxi.

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