Soacha seguirá dividida en dos: «no hay solución para los cruces»
Los domingos y festivos Soacha seguirá incomunicada debido a los cierres que se hacen en la Autopista Sur. El dolor de cabeza de cientos de habitantes de la ciudad parece no tener solución a corto plazo, ya que la medida definitiva planteada por las autoridades para solucionar el problema, es la construcción de los puentes vehiculares.
Si bien es cierto que la Concesión doble calzada Bogotá-Girardot se comprometió a entregar la troncal de Transmilenio hasta San Mateo en marzo de 2010, también fue clara al expresar que los puentes vehiculares no se construirán dentro de dicho término. Expertos de INVIAS y del Ministerio del Transporte aseguran que semejantes obras no estarán antes de cuatro años, ya que aún faltan aspectos por definir.
Por ahora lo que se dice en el municipio es que los puentes vehiculares se construirán en Terreros, San Mateo y el Altico, pero las autoridades nacionales no han definido los diseños para tener la certeza que dichas obras se realizarán tal y como Soacha las necesita.
Desde hace un mes la Concesión doble calzada ha instalado semáfos en Terreros, San Mateo y Ducales, sumados al que ya se había puesto en La Despensa. El objetivo de los mismos es asegurar el paso de peatones en esos sitios y comenzar a generar la cultura de utilizar determinadas intersecciones viales, especialmente para los habitantes de las comunas tres y cuatro por el cierre del cruce en Quintanares.
La explicación suena bien y parece aproximada a lo que sucede en el municipio. No obstante quienes viven y se desplazan en Soacha se enfrentan a otra realidad; cada domingo y puente festivo la ciudad queda totalmente aislada entre sur oriente y centro, entre San Mateo y las comunas dos y tres, y entre el norte y toda la zona de Cazucá. ¡Qué problema y dolor de cabeza para el que necesita desplazarse en su vehículo de un lado a otro de la Autopista!. Aquí no vale si se trata de una emergencia o no, si ese tiempo que se demora de un lado a otro es valioso para salvar una vida, queda invalidado el derecho de que el ciudadano se puede desplazar libremente dentro de su ciudad, simplemente lo que pasa cada fin de semana es una «violación flagrante de los derechos de los soachunos».
Pedro Luna, habitante del barrio Ubaté considera que «lo que se evidencia es que a las autoridades les importa un cero a la izquierda Soacha. La prioridad para ellos son los capitalinos que tienen dinero para salir a pasear; a ellos hay que garantizarles la movilidad por encima de lo que pensemos o necesitemos los soachunos».
Andrés López, residente en la comuna seis, cuenta una de sus últimas odiseas cuando el lunes 29 de Junio le tocó salir hasta Ciudad Latina con su automovil Renault 9. «Salí como a las 4:00 p.m. porque mi madre me llamó que me necesitaba urgente; se había roto un tubo del agua y como yo soy plomero, era el más adecuado para solucionar la emergencia. Bajé por la 13 y dí la vuelta para tomar la Autopista, pero como cosa rara estaba cerrado el cruce de la 18; me dijeron que siguiera hasta la 22, allí un policía me indicó que me tocaba hasta Terreros y finalmente me hicieron ir hasta el Apogeo para poder hacer el retorno. Ahí ya eran las 5:00 p.m., me devolví y a los señores policías les dió por hacer lo que llaman contraflujo, es decir todo el tráfico de venida lo mandaron por la paralela. Fue otra odisea porque el trancón para entrar a Soacha era interminable; casi no paso por el lado del Estadio, pero finalmente superé mi viaje más largo que he tenido dentro de mi municipio. Llegué a las 6:10 p.m. a Ciudad Latina, es decir, en lo que normalmente me gasto diez minutos, ese día lo hice en dos horas largas».
Testimonios como los anteriores evidencian lo que los habitantes de Soacha viven cada fin de semana, pero lo preocupante es que no se ve una solución pronta ni una medida que permita respetar los derechos de libre desplazamiento que tienen los residentes de la ciudad.
Juan Carlos Saldarriaga, Director Administrativo de la Secretaría de Tránsito de Cundinamarca, dijo esta semana en el Concejo que el problema se soluciona cuando se concluyan totalmente las obras de Transmilenio, incluyendo los puentes vehiculares. «Lo que se está haciendo es generar una cultura de movilidad para todos. Seguramente hay que caminar un poco más y los conductores tendrán que ir uno o dos kilómetros más adelante de lo acostumbrado, pero con los puentes en Terreros, San Mateo y el Altico la ciudad se va volver a comunicar», expresó el funcionario. Sin embargo los concejales Jaime Sepúlveda y Marco Fidel Torres insistieron en que se habiliten los cruces para no cortar la comunicación de la ciudad; según los dos cabildantes es inaudito que si alguien está en León XIII y necesita ir a San Mateo o el sur oriente, tenga que desplazarse hasta Compartir a hacer el retorno. Igual sucede para quienes quieran pasar la autopista hacia las comunas uno, dos y tres, es inadmisible que tengan que ir hasta el Apogeo.
Ante la petición Juan Carlos Saldarriaga se comprometió a no cerrar el cruce de la calle trece para no tener que ir hasta Compartir y a habilitar el de Terreros para pasar al centro de la ciudad. Sin embargo el funcionario también dejó en evidencia que muchas veces desde la Secretaría de Tránsito departamental se imparte una orden, y a última hora la Dirección General de la Policía de carreteras o el mismo Ministerio de transporte dan otra. Puso como ejemplo lo sucedido en una de los puentes festivos anteriores. «Nosotros teníamos montado el operativo sin contraflujo para no perjudicar a la gente de Soacha. Como a las 5:00 p.m. el trancón de ingreso a la capital venía en el peaje de Chuzacá, y de un momento a otro llegó la orden del general Moore y del mismo Gobernador. Había que descongestionar la Autopista como fuera; a partir de ahí se habilitó el tercer carril y se cerraron los cruces para darle fluidez al ingreso a Bogotá. Yo quedé en un segundo plano y en ese momento mi autoridad fue desconocida», concluyó Saldarriaga.
Lo anterior significa que el control legal que por ley se debe tener sobre el corredor de la Autopista Sur es opacado por intereses mezquinos de las altas autoridades. Si bien es cierto que en el caso concreto al que se refiere el director administrativo de la Secretaría de tránsito departamental Juan Carlos Saldarriaga ameritaba una solución, también es cierto que ya es costumbre que se pateen los derechos de los soachunos en materia de movilidad. Lina Aristizabal, abogada y residente en el sector de San Mateo, afirma con certeza: «Si el gobernador Andrés González, el ministro Andrés Uriel Gallego, el General de la policía, todos saben que esa autopista es muy reducida para atender la gran cantidad de vehículos que transitan los fines de semana y festivos, por qué no toman medidas inmediatas para no perjudicar a Soacha. Es que aquí no se trata de un problema de ayer; es una congestión que lleva años y nadie hace nada. Esa autopista se amplió en el gobierno de Pastrana en un carril, pero hoy vemos que la solución es hacer otra vía de ingreso a la capital y en eso los soachunos tenemos que ponernos serios», afirmó.
Palabras más palabras menos, en Soacha no se ve una solución inmediata al problema de incomunicación vial. Lo más seguro es que cada festivo, incluso cada domingo, esa autopista seguirá siendo un dolor de cabeza para quienes necesiten cruzarla. La presencia masiva de policía y las ódenes impuestas por quienes defienden los intereses de los bogotanos y vulneran descaradamente los de los soachunos, tienen «encarcelados» a cerca de un millón de habitantes en una esfera partida en dos, y que ocho millones de capitalinos utilizan sólo como corredor transitorio para satisfacer sus necesidades de diversión, parranda y recreación.
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