Lluvias mejoraron el aire en Cundinamarca, pero Soacha alcanzó el límite de contaminación
Las recientes lluvias trajeron cambios en los niveles de calidad del aire en varios puntos de Cundinamarca. Sin embargo, Soacha se registraron picos altos de contaminación.
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) informó que, durante el segundo trimestre de 2025, la calidad del aire en la jurisdicción presentó un comportamiento favorable gracias a la prolongada temporada de lluvias.
Según el balance, la mayoría de las 33 estaciones automáticas de monitoreo registraron concentraciones de contaminantes por debajo de los límites establecidos, con excepción de algunos picos puntuales.
Uno de los aumentos más notorios se presentó en la estación ubicada en el sector rural de Mochuelo, en Bogotá, donde el material particulado PM10 superó en un 13,2 % el valor límite diario. También se registraron picos altos en Tocancipá Tibitoc y Soacha, aunque sin que los promedios superaran los niveles normativos.
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El trimestre estuvo marcado por dos eventos de transporte de polvo sahariano, del 12 al 14 de abril y del 28 al 30 de mayo, que elevaron temporalmente las concentraciones de partículas. Sin embargo, la humedad y las lluvias persistentes impidieron que estos episodios afectaran de manera significativa la calidad del aire.
“El prolongado periodo de precipitaciones en la región andina ha permitido una disminución notable de contaminantes. Nuestro compromiso es mantener el monitoreo permanente y emitir alertas cuando sea necesario para proteger a las comunidades”, aseguró Sebastián Saldarriaga Rivera, director de Recursos Naturales de la CAR.
El funcionario agregó que la continuidad de las lluvias en junio, mes que normalmente marca el inicio de la temporada seca, se debió a la interacción de diversos sistemas atmosféricos en un contexto de neutralidad del fenómeno ENSO. Este patrón climático moderó las temperaturas extremas y favoreció la ventilación, reduciendo la concentración de partículas.
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La red de monitoreo de la CAR mide en tiempo real los niveles de PM10 y PM2.5, partículas sólidas o líquidas suspendidas en la atmósfera, como polvo, hollín, polen o cenizas, que por su tamaño, de 10 y 2,5 micrómetros respectivamente, pueden representar riesgos para la salud humana.
Foto: Archivo Periodismo Público