Habilitarán vía alterna al Llano, evitará demora en los viajes por otras carreteras

La rehabilitación de la vía Bogotá – Villavicencio se tomará semanas, por lo tanto, se tomó una medida adicional para evitar pérdidas economicas a los transportadores y viajeros.

La movilidad entre Bogotá y Villavicencio permanece seriamente afectada tras el gigantesco deslizamiento que el pasado sábado bloqueó por completo la vía, a la altura del kilómetro 18, en jurisdicción de Chipaque, Cundinamarca.

El derrumbe, catalogado como un deslizamiento rotacional, dejó la autopista cerrada en sus cuatro carriles y mantiene represados a miles de vehículos de carga y de pasajeros, en uno de los corredores estratégicos más importantes del país.

La concesionaria Coviandina reportó que el material desprendido supera los 100.000 metros cúbicos entre tierra, rocas y vegetación, y que la inestabilidad del terreno ha dificultado las labores de remoción. Aunque ya se han retirado algunos bloques, nuevas caídas han obligado a suspender las operaciones varias veces. El cierre se mantiene total y por tiempo indefinido, mientras las lluvias siguen complicando las condiciones de la montaña.

Vuelta larga por Choachí y alternativas insuficientes

El cierre ha generado caos en la movilidad de los Llanos hacia la capital. Conductores de flotas, camiones cargados de alimentos y combustible han tenido que optar por desvíos como la ruta que atraviesa Choachí, pasando por Abasticos y Ubaque. Sin embargo, se trata de una carretera secundaria más angosta y con curvas pronunciadas, lo que incrementa los tiempos de viaje y eleva los costos de transporte.

A esta opción se suman otras dos rutas oficiales: la Transversal del Sisga, que conecta con Villavicencio por el norte, aunque restringe el paso a vehículos de más de 16 toneladas, y la vía por Cusiana, que comunica Cundinamarca con Casanare y Meta, pero implica un recorrido mucho más largo y exigente. Ninguna de estas alternativas logra suplir de manera efectiva la demanda del corredor principal, por donde se moviliza gran parte del abastecimiento alimentario y energético del centro del país.

La antigua vía al Llano vuelve a entrar en escena

Ante la emergencia, Coviandina anunció que habilitará un paso transitorio sobre la antigua vía al Llano, a la altura del kilómetro 18+600. Se trata de un tramo de 600 metros que será intervenido con labores de mejoramiento de la subrasante, aplicación de asfalto y demarcación vial.

Durante al menos 72 horas, mientras se ejecutan estas obras, el acceso estará completamente restringido por este sector.

Cabe recordar que la antigua vía al Llano fue durante décadas la única conexión terrestre entre Bogotá y Villavicencio. Su construcción se remonta a mediados del siglo XX, con tramos de difícil tránsito, pendientes pronunciadas y frecuentes cierres por derrumbes. Era conocida por su peligrosidad y por los accidentes que marcaron la historia de la región, hasta que fue reemplazada por la moderna doble calzada inaugurada en los años noventa y ampliada en las últimas dos décadas. Aun así, este corredor se ha mantenido como vía secundaria y de respaldo en emergencias como la actual.

Una vez terminadas las obras, la variante provisional funcionará en un solo sentido, con paso regulado por horarios y bajo un estricto plan de manejo de tráfico que actualmente diseña la concesión. El objetivo es permitir la circulación mientras se avanza en la remoción total del derrumbe en el kilómetro 18, un proceso que podría tardar semanas.

Preocupación regional y llamado al Gobierno Nacional

Las pérdidas económicas empiezan a sentirse en sectores como el transporte, la ganadería y la agricultura, que dependen del corredor para movilizar productos hacia Bogotá y otras regiones del país. El precio de alimentos como la carne, el arroz, el plátano y el pescado —procedentes en gran parte de los Llanos Orientales— ya presenta incrementos en plazas mayoristas de la capital, según reportes preliminares de comerciantes.

Frente a la situación, el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, fue enfático en advertir que se requieren inversiones de fondo y no soluciones improvisadas. “La adecuación de este paso provisional nos dará un respiro, pero es urgente que el Gobierno Nacional realice las inversiones necesarias en este corredor. No podemos seguirnos exponiendo a que cada lluvia paralice la movilidad y la competitividad del país”, afirmó.

Rey recordó que este tramo de la autopista al Llano ha presentado cierres recurrentes en los últimos años por su alta inestabilidad geológica, y pidió que se prioricen obras de estabilización integral en varios puntos críticos para garantizar la seguridad de los usuarios.

Por ahora, el paso por la antigua vía al Llano será la única alternativa real para descongestionar el tráfico entre Bogotá y Villavicencio, mientras miles de viajeros y transportadores esperan que el derrumbe en el kilómetro 18 pueda ser controlado definitivamente.

Foto: Archivo Periodismo Público

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