Otro asesinato en Soacha: trabajador fue ultimado y dejó huérfana a su hija de 4 años
La tranquilidad de la noche en Soacha se rompió con un hecho violento que dejó consternada a una comunidad que apreciaba a la víctima.
La noche del miércoles en Soacha terminó marcada por la violencia. Un hombre trabajador, conocido en su barrio por levantar con esfuerzo un pequeño taller de mecánica, fue sorprendido a tiros frente a su negocio, en plena zona comercial.
Se trata de Wílmar Antonio Gaitán Herrera, de 46 años, era vecino del barrio Ciudad de Quito y muy querido por su dedicación al trabajo y a su familia.
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La noche del ataque, hacia las 9:45 p. m., cuando los locales ya habían cerrado y la calle lucía casi desierta, él seguía frente a su montallantas. Fue entonces cuando un hombre armado se le acercó y, sin decir una sola palabra, le disparó de manera directa. Al menos cuatro detonaciones quebraron el silencio de la cuadra..
El atacante escapó corriendo mientras Gaitán caía gravemente herido sobre el pavimento. Vecinos corrieron a auxiliarlo y dieron aviso a las autoridades. Poco después fue trasladado de urgencia al hospital Mario Gaitán Yanguas, donde los médicos intentaron salvarle la vida, pero falleció minutos más tarde.
La noticia se esparció rápidamente en el barrio, uno de los más populares de la comuna 1 de Soacha. Entre la tristeza y el desconcierto, familiares, amigos y vecinos lloraron la partida de un hombre al que describen como un gran padre y trabajador incansable. “Gran ejemplo de hombre, excelente padre, muy buena persona, qué dolor tan grande”, dijo un conocido, mientras otros aseguraban no entender cómo alguien pudo atentar contra su vida.
El crimen dejó además un vacío profundo en su familia, especialmente en su hija de apenas 4 años, quien hoy queda sin el respaldo de su padre.
La Sijín de la Policía de Soacha asumió la investigación y recolectó pruebas y testimonios en la zona. Por ahora, los móviles del asesinato siguen siendo inciertos. No se descarta que se trate de un ajuste de cuentas, una posible extorsión o algún otro tipo de retaliación.
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Lo único claro es que el hecho ha encendido nuevamente la preocupación por la seguridad en el municipio, donde la comunidad exige respuestas y justicia ante un ataque que nadie logra explicar.
Foto: Referencia- Archivo Periodismo Público