Nace Ámbar, la tercera cría de cóndor andino con métodos artificiales

A pesar de la baja natalidad de cóndores, entre las montañas de Cundinamarca, un nuevo capítulo se escribe en la historia de una especie que lucha por seguir volando.

Un nuevo símbolo de esperanza revolotea sobre los cielos de Cundinamarca. La Fundación Parque Jaime Duque confirmó el nacimiento de Ámbar, una cría de cóndor andino (Vultur gryphus) que marca un nuevo hito dentro del programa de conservación de esta especie en peligro de extinción. Con su llegada, ya son tres los cóndores nacidos en cautiverio en las instalaciones del parque, fruto del trabajo sostenido de una pareja reproductora que se ha convertido en emblema del proyecto: Sue y Chie.

El nacimiento de Ámbar fue anunciado en medio de la alegría del equipo técnico y de las autoridades ambientales, que ven en este logro una confirmación del éxito del modelo de conservación liderado por la fundación desde hace más de una década. Este programa combina técnicas de incubación artificial, monitoreo genético y seguimiento veterinario especializado para garantizar la supervivencia de una especie considerada patrimonio natural y cultural de los Andes.

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La noticia fue celebrada también por el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, quien destacó la labor del parque a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter).

No fue uno, ni fueron dos… ¡ya son tres los cóndores nacidos en condiciones controladas gracias al trabajo de la Fundación Parque Jaime Duque. La familia conformada por los cóndores Sue (padre) y Chie (madre) sigue creciendo. Ellos ya han traído al mundo a Rafiki, Wayra y hoy damos la bienvenida a Ámbar, que marca un nuevo capítulo en la protección del cóndor andino y de la avifauna silvestre en Colombia. ¡Felicidades a todo el equipo que ha hecho posible este logro para preservar la biodiversidad de nuestro país!”, escribió el mandatario.

Una nueva vida tras una intervención oportuna

Según explicó la Fundación Parque Jaime Duque, el proceso reproductivo de Ámbar no estuvo libre de desafíos. En un primer momento, el huevo permaneció bajo el cuidado de los padres, pero durante el periodo de incubación ocurrió un incidente que obligó al equipo técnico a intervenir.

El macho, Sue, rompió accidentalmente parte de la cáscara antes del tiempo adecuado, lo que ponía en riesgo la viabilidad del embrión. Gracias a la experiencia acumulada por el grupo de conservación, se realizó una extracción controlada y el huevo fue trasladado de inmediato a una incubadora especial, donde se mantuvieron las condiciones óptimas de temperatura, humedad y rotación”, explicó Juan Pablo Gómez, director de conservación del parque.

El procedimiento, que ya había sido aplicado con éxito en los casos anteriores de Rafiki y Wayra, permitió salvar la vida de la cría y asegurar su desarrollo. Durante las semanas siguientes, el personal veterinario mantuvo un monitoreo permanente del crecimiento de Ámbar, controlando su alimentación, peso, temperatura corporal y respuesta inmunológica.

Cada nacimiento es una mezcla de ciencia y esperanza. Ver a Ámbar crecer fuerte es la recompensa a años de trabajo silencioso, de aprendizaje y de compromiso con una especie que representa lo más alto de nuestros ecosistemas andinos”, añadió Gómez.

Una pareja ejemplar y un programa modelo

Sue y Chie son una de las pocas parejas reproductoras activas de cóndor andino en Colombia. Ambos fueron trasladados al Parque Jaime Duque hace varios años como parte de un plan nacional para reforzar la población genética de la especie. Desde entonces, se han convertido en pieza clave del Programa de Conservación del Cóndor Andino, considerado uno de los más exitosos del país.

Con la llegada de Ámbar, esta pareja ha completado tres nacimientos en cautiverio, un logro excepcional si se tiene en cuenta la baja tasa de reproducción del cóndor andino, que suele poner un solo huevo cada dos o tres años.

El hecho de que una misma pareja haya producido tres crías en condiciones controladas demuestra que las estrategias aplicadas como la incubación artificial, la crianza asistida y el monitoreo conductual están funcionando. Además, refuerza el papel del Parque Jaime Duque como centro de referencia para la conservación de grandes aves carroñeras en Suramérica”, resaltó Gómez.

Un símbolo de los Andes que necesita protección

El cóndor andino, ave insignia de Colombia, está catalogado como especie en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). En el país, su población silvestre se estima en menos de 150 individuos, distribuidos principalmente en zonas de alta montaña de los Andes.

Las principales amenazas que enfrenta incluyen la pérdida y fragmentación del hábitat, la caza ilegal y el envenenamiento accidental por el consumo de carroña contaminada. Estas condiciones hacen que cada nuevo nacimiento en cautiverio represente una oportunidad valiosa para fortalecer la población genética y recuperar la especie.

“El cóndor andino es más que un símbolo: es un indicador del equilibrio ecológico de los páramos y las altas montañas. Su conservación implica también proteger los ecosistemas que sostienen la vida de miles de otras especies”, subrayó el director de conservación.

Mirando al futuro

La Fundación Parque Jaime Duque informó que, una vez completada la etapa de desarrollo inicial, Ámbar será incluida dentro de un protocolo de socialización y adaptación progresiva, que podría culminar en su eventual reintroducción controlada al medio natural, dependiendo de su evolución y del plan coordinado con las autoridades ambientales.

Queremos que cada uno de estos individuos, en algún momento, pueda volar libre sobre los Andes. Pero para que eso ocurra necesitamos que las comunidades, las instituciones y la ciudadanía comprendan el valor de esta especie y se sumen a su protección”, afirmó Gómez.

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Mientras tanto, el nacimiento de Ámbar se suma como un capítulo inspirador dentro de una historia colectiva que busca asegurar que el majestuoso cóndor siga surcando los cielos de Colombia.

Porque, como concluyó el gobernador Rey en su mensaje, “cada vez que un cóndor nace, también renace la esperanza de un país que aprende a cuidar lo que lo hace único”.

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Foto: Gobernación de Cundinamarca – Parque Jaime Duque

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