La CAR suspendió captación ilegal de agua en una quebrada de Cundinamarca
Durante una inspección técnica, la CAR identificó una toma de agua instalada sin permisos en un sector de conservación, lo que derivó en la suspensión inmediata de la actividad y en la apertura de las acciones correspondientes.
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ordenó la suspensión inmediata de una captación ilegal de agua que operaba sin permiso en un predio de la vereda Nápoles, municipio de San Antonio del Tequendama, dentro del área de protección ambiental del cerro Manjuí, una zona estratégica para la conservación hídrica del territorio.
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Durante la visita técnica realizada por funcionarios de la Dirección Regional Tequendama, se constató la existencia de una manguera de tres cuartos de pulgada instalada de manera irregular sobre el cauce natural de la quebrada La Zunia, sin contar con autorización alguna por parte de la autoridad ambiental competente.
De acuerdo con los especialistas de la CAR, esta acometida improvisada venía extrayendo agua directamente de la fuente sin ningún tipo de control ni medición del caudal, lo cual representa una infracción ambiental que puede alterar el equilibrio del ecosistema, afectar la regulación natural del recurso y poner en riesgo el abastecimiento de las comunidades que dependen de esta quebrada.
“Esta captación se venía realizando sin ningún tipo de control, lo que no solo es ilegal, sino que además permite el desperdicio del recurso y la toma de más agua de la necesaria para suplir las necesidades básicas de los habitantes de la zona”, señaló Nidia Cruz, directora regional Tequendama de la CAR.
La funcionaria explicó que el punto intervenido se encuentra dentro de una zona de regulación hídrica que hace parte del proceso de reglamentación de la quebrada La Zunia, una fuente que cumple un papel fundamental en el suministro de agua a varios municipios del occidente de Cundinamarca.
El cerro Manjuí, además, es reconocido como un ecosistema estratégico por su función en la captación, almacenamiento y regulación de agua, así como por su riqueza en biodiversidad. En este territorio nacen varias corrientes que alimentan microcuencas del área del Tequendama y que son esenciales para la sostenibilidad ambiental y económica de la región.
“La afectación de estos nacimientos o de las zonas de recarga hídrica compromete directamente la disponibilidad del agua para el consumo humano, las actividades agrícolas y la estabilidad de los ecosistemas”, agregó Cruz, al tiempo que reiteró el llamado a los habitantes rurales a hacer uso responsable del recurso y cumplir con los procedimientos legales establecidos.
La CAR recordó que toda persona natural o jurídica, pública o privada, que desee utilizar aguas superficiales o subterráneas debe contar con una concesión de agua debidamente otorgada por la Corporación. Este permiso define los volúmenes autorizados, los usos permitidos y las condiciones técnicas de aprovechamiento para garantizar la sostenibilidad del recurso.
En casos como el detectado en la vereda Nápoles, la extracción sin autorización puede generar sanciones ambientales, multas y la apertura de procesos sancionatorios conforme a lo dispuesto por la Ley 1333 de 2009, que regula el procedimiento sancionatorio ambiental en Colombia.
“Como autoridad ambiental y conscientes de las dificultades de abastecimiento hídrico que afrontan varios sectores de la cuenca baja del río Bogotá, mantenemos nuestro compromiso de ejercer control y vigilancia sobre los recursos naturales con rigor técnico, jurídico y pedagógico. Nuestro propósito es proteger las fuentes de agua y garantizar su uso sostenible para las generaciones presentes y futuras”, enfatizó la directora regional.
La CAR invitó a los habitantes del municipio y de la región a acercarse a las oficinas regionales o a la sede principal en Bogotá para solicitar información sobre los trámites de concesión de aguas y así evitar sanciones. También reiteró la importancia de denunciar cualquier tipo de captación o intervención irregular sobre las fuentes hídricas, como parte del compromiso ciudadano en la protección del patrimonio natural de Cundinamarca.
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Con estas acciones, la CAR reafirma su papel como autoridad ambiental responsable de preservar los ecosistemas estratégicos del departamento y de promover una cultura de legalidad y corresponsabilidad frente al uso del agua, un recurso esencial y limitado que requiere del esfuerzo conjunto de las instituciones y la comunidad.
Foto: CAR Cundinamarca



