Caño amenaza la salud de habitantes del barrio La Esperanza
Graves problemas ambientales aquejan a este barrio, niños y adultos han visto perjudicada su salud debido a la proliferación de aguas negras provenientes de tubos conductores de aguas negras del acueducto artesanal que la comunidad instaló y del caño San Carlos.
La Esperanza, al igual que muchos barrios de la comuna cuatro aún no está legalizado, por tal motivo, también es uno de los que la administración municipal le coloca más trabas al momento de realizar obras públicas.
Hay que mencionar que por el sector baja el caño Luis Carlos Galán, que proviene de los barrios de la parte alta de la comuna en donde no se cuenta con un sistema de alcantarillado apropiado para desechar las aguas residuales que la gente produce y terminan arrojándose sobre el afluente, causando contaminación en su cauce. El problema radica en que el barrio La Esperanza es el que recibe todas estas aguas negras, sumado a la basura que las personas arrojan sin la precaución debida.
Los residentes exigen la canalización de este caño desde la parte alta, a pesar de saber que hay sectores en donde no se puede hacer debido a la estructura del terreno, contando también con que el barrio no es legalizado, pero consideran que la administración municipal debe atender este problema de orden público porque representa peligro para la población del sector.
“La calle en donde termina el caño la han arreglado varias veces, pero cuando llueve se sale el agua y rompe todo, cuando se riega eso huele muy horrible, las personas que viven al ladito no sé cómo se aguantan, si yo que vivo a la vuelta y allá me llega el olor, imagínese ahora esta pobre gente de este lado, y no se van porque no tienen para donde irse”, expresó Liliana Ortiz, habitante del sector.
Vale la pena indicar que en cercanías de dicho caño funcionan tres colegios y que en ocasiones el olor es tan fétido que los alumnos, en su mayoría niños de primaria, deben salir de las instalaciones y recibir clases en un parque, o muchas veces se ven obligados a suspender la jornada educativa, perdiendo de esta manera horas académicas de gran valor. “Tengo un sobrino que estudia en el colegio, pero le dije a mi hermana que lo sacara de ahí porque el niño se estaba empezando a enfermar”, prosiguió la señora.
No solo es el problema del olor, otro de los peligros latentes es el riesgo de que algún niño caiga dentro del empozamiento de aguas negras y se ahogue, o se enferme por tener contacto con este tipo de agua que brota del cauce del caño. Por eso los habitantes del lugar solicitan al menos un encerramiento para que no ocurra una tragedia.
Problemas por alcantarillado
Si los problemas que presenta el caño Luis Carlos Galán son delicados, las vías del barrio junto con el sistema de alcantarillado no se quedan atrás. La comunidad construyó de manera improvisada el sistema de tubos que necesitaron para desechar las aguas negras, de eso hace ya bastante tiempo, ahora la dificultad consiste en remodelar este sistema, ya que mucha tubería de la que se colocó en ese entonces presenta rompimientos y el agua se sale, ocasionando molestias en los pobladores.
“Desde hace 8 años venimos con el problema de las fallas en el alcantarillado, pero claro que hace como cuatro meses el agua empezó a salir de manera horrorosa, cuando fui a solicitar colaboración, la respuesta que me dieron fue que no había stock de materiales”, declaró Eliana Bohórquez, presidenta de la JAC del barrio La Esperanza, en relación a la gestión que ha realizado.
“Yo duré enferma 20 días por culpa de esa agua, pero lo más grave fue lo que le ocurrió a mi nieta, una niña de seis años que en su inocencia se puso a jugar y preciso se reventó un tubo de esos y la mojó, entonces le salieron unas brotes en la piel”, explicó María Orozco, residente del sector desde hace 22 años y quien también tenía un puesto de arepas en su casa, pero al verse afectada decidió quitarlo en razón al poco apetito que genera para los transeúntes del lugar el consumir alimentos en un sitio donde las condiciones ambientales no son las más adecuadas.
La comunidad se está viendo afectada y por tal razón exige atención por parte de las entidades municipales que están encargadas de velar por la salubridad de los habitantes, además de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado para que arregle los sistemas de desagüe del barrio. De igual forma, solicita a los habitantes del barrio Villa Sandra que aúnen fuerzas con el fin de encontrar una solución oportuna, dado que el problema afecta también a los residentes de dicho barrio.
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