¿Y de la cultura qué?
El día lunes 18 del mes y año en curso, entre sorprendido y agradado me encontré con la larga y esperada reapertura de la Biblioteca Municipal Joaquín Piñeros Corpas (sic) que se encuentra ubicada en las instalaciones donde también funciona la Dirección de Cultura y la Secretaria de Educación.
En cierto modo digamos que fue una especie de parto que se prolongo por espacio de un año, donde este lugar vital subió de piso pero no precisamente de calidad, pues a pesar de estar muy bien ubicada en las instalaciones del segundo piso, cedió ese espacio para que allí funcionara “mejor y más eficientemente” la Secretaría de Educación según la teoría de planeación estratégica y administrativa del entonces Secretario de Educación y hoy candidato a la Cámara por el partido de la U, Juan Miguel Méndez Molano.
Pero no obstante que a lo largo de ese año (2009) la Dirección de Cultura no invirtió ni un solo peso en libros y suscripciones por que la biblioteca cerró sus puertas al público para ejecutar su “modernización”, la poca inversión que se hizo, se destino exclusivamente a cambiar la estantería por módulos modernos más funcionales.
Dentro de todo el proceso de “planeación estratégica” implementado por el célebre ex secretario y de la nueva Dirección de Cultura, la biblioteca en esta ocasión contará por primera vez en su corta historia con un profesional de la bibliotecología y en cada vez ocasión que visito ese espacio vital, el nuevo director parece cada vez más solo, incluso he llegado a pensar que tiene en cierto modo algo de Quijote, pero no por que se la pase luchando contra molinos de viento sino contra otros monstruos más temibles, que el sociólogo alemán Max Weber acertadamente llamó burócratas para poder obtener mayores recursos con el fin de que la biblioteca cumpla su MISION y VISION así no la tenga definida.
Lo que si no parece razonable es que el cambio de mesas y sillas que se hizo para reemplazar las de madera que existían, y desde las cuales se hacía una lectura amena y confortable, todas las mesas en particular debieron ser devueltas por que se recibieron en mal estado. Sería bueno saber qué funcionario realizó y sobre todo aprobó la recepción de dichos muebles sin los parámetros de calidad requeridos, y que no por nuevos, deberían ser recibidos en ese estado.
Continuando con el análisis del proceso de “modernización” de la biblioteca pública, también se hizo una inversión en módulos para instalar equipos de informática pero no hay computadores, y con el exiguo presupuesto que se aprobó (130.000.000.00), cuando mucho alcanzará para realizar suscripciones en algunas de las revistas culturales y diarios más importantes e influyentes del país pero no alcanzará para adquirir los equipos que justifiquen los módulos que se instalaron en torno de la sala de lectura.
Durante los aproximadamente cuatro años que lleva funcionando la biblioteca publica, la inversión en libros de consulta para los estudiantes de básica secundaria como para los de educación superior ha sido casi nula y además ha carecido del sistema de préstamo a domicilio por que los recursos no son suficientes lo que ha malogrado la intención de implantar el sistema para crear y mejorar el servicio.
Pero el largo cierre de la biblioteca no solo afecto a los habituales lectores; también afectó a los estudiantes que realizaban en este espacio la prestación del Servicio Social obligatorio organizando, atendiendo y ayudando a cuidar los bienes y recursos de la biblioteca. Nada más oportuno sería que ahora se vuelva a retomar este programa pero bajo el criterio de que quienes presten el servicio sean los mejores estudiantes de las instituciones públicas cómo una forma de estímulo y reconocimiento a su desempeño académico. Además este apoyo permitiría extender el servicio hasta las siete de la noche puesto que hoy tiene horario de oficina. Además hay que pensar en que el día sábado es un día potencial de alto nivel de consulta y lectura pues es también el día de más febril actividad de cultural lo cual no sería bien visto que la biblioteca justamente ese permanezca cerrada
Aunque alguna vez existió una fotocopiadora por que como no hay préstamo a la casa, hoy se carece de ella, lo cual dificulta todavía más la actividad de consulta de los estudiantes y de los ciudadanos en general. El tradicional fichero que existió alguna vez y que facilitaba y agilizaba la consulta, fue sustituido paradójicamente por un sistema más anacrónico de carpetas que la hizo más dispendiosa, demorada e inocua.
Que se sepa, algunos de los funcionarios que han pasado por este espacio, lo han hecho sin pena ni gloria por que no se conoce que hayan realizado gestión alguna, suficiente y necesaria ante los organismos internacionales ni mucho menos ante el sector privado y las editoriales para obtener por ejemplo donaciones o en el peor de los casos conseguir costos favorables para la compra de libros.
Se espera que la actual Dirección de Cultura con el apoyo por supuesto de la Secretaría de Educación, gestione ante el respectivo Ministerio recursos en virtud de la nueva Ley de Bibliotecas aunque se rumora que en una reunión realizada por dicho Ministerio donde hicieron presencia funcionarios locales, se manifestó que a Soacha no se le asignarían recursos por que contaba con ellos en cantidad suficiente
Finalmente debo confesar que varias personas estuvieron tentadas para hacer una colecta que permitiera comprar una torta con el fin de celebrar el primer año de cierre de la biblioteca por la “modernización” de la que fue objeto. Lo que no esperaban los organizadores de la idea es que el mayor aporte, que se pensaba “sería” hecho por el hoy candidato a la cámara Juan Miguel Méndez Molano, se salvo por su renuncia al cargo para no inhabilitarse en su aspiración electoral, así como por el cambio que realizó de partido, por que los organizadores no aceptaban donaciones de tránsfugas ni mucho menos de uribistas.
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