Conozca las especies invasoras que amenazan a Cundinamarca
Biólogos crearon un catálogo donde se identificaron 69 especies invasoras de fauna y flora en el territorio que corresponde a la CAR. La alteración del hábitat y los impactos económicos, sociales y ecológicos que generan se han convertido en la causa principal de la extinción de especies en los últimos años.
Durante más de dos años, el equipo de investigación de la Escuela de Restauración Ecológica de la Universidad Javeriana, en alianza con la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), estuvo trabajando en la construcción de una cartilla que recopila algunas de las especies más invasoras que amenazan los 98 municipios de Cundinamarca y 6 del departamento de Boyacá, con el fin de generar acciones de manejo y control en el territorio que le corresponde a la autoridad ambiental.
“Los impactos pueden llegar a ser desastrosos y usualmente irreversibles. Los económicos tienen consecuencias directas para los seres humanos y conducen a pérdidas monetarias, los ecológicos afectan la estructura y función de los ecosistemas, lo que puede terminar en pérdida de biodiversidad o hábitats únicos. Y los sociales se relacionan con la salud humana, la seguridad, calidad de vida, oportunidades de recreación, turismo y patrimonio cultural”, explica el libro Catalogo de especies invasoras del territorio CAR.
La investigación identificó 69 especies invasoras en la jurisdicción de la autoridad ambiental, entre ellas 50 especies de flora y 19 de fauna, consideradas como una gran amenaza para la biodiversidad local.
Entre los animales invasores se encuentran el caracol café de jardín, el caracol gigante africano, el cangrejo rojo americano, la tilapia del nilo, la trucha arcoíris y la rana toro. Por su parte, entre las especies de plantas más representativas se encuentron el helecho marranero y el retamo espinoso, este último, introducido al país para ser usado en cercas vivas aunque hoy ha proliferado en páramos como Sumapaz, Chingaza y Guerrero. Según los investigadores, esta especie está incluida entre las más agresivas del mundo pues además aumenta el riesgo de incendios.
El director del estudio, José Ignacio Barrera, explica que “las especies invasoras llegan a los sitios más degradados, a laderas erosionadas, donde un campesino ha utilizado mal su tierra, donde la minería ha hecho sus estragos, donde se han adaptado lotes para ganadería extensiva o donde se han utilizado químicos agresivos”.
Estas especies, además, tienen unas características particulares que las hacen entrar en esta categoría: son resistentes a condiciones adversas, se propagan muy fácil y se adaptan rápidamente a otros ecosistemas.
En la investigación también participaron los profesores Mario Fernando Mora, Jessica Rubio y Ramiro Ocampo.
Fuente: Elespectador.com
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