El exfiscal Mario Iguarán protagoniza “Amor Ilegal”
Por Guillermo Romero Salamanca.
Al tomar una de las máximas de Laurence Oliver, actor y director inglés, el exfiscal Mario Germán Iguarán Arana se apropió del papel que le dieron para protagonizar el video “Amor ilegal” y acataba cada una de las instrucciones del director.
Laurence Oliver trabajó a lo largo de su vida en 120 obras teatrales, 60 películas y 15 series de televisión.
Pero el inglés lo hizo en los escenarios teatrales, mientras que el abogado lo ha hecho en los estrados judiciales. Tablas por tablas.
Muy temprano del jueves 11 de julio, el abogado y actual decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Manuela Beltrán, en compañía de los abogados de su oficina al norte de Bogotá, personificó el hombre de la historia que mantiene un romance secreto con su despampanante secretaria.
En el video de un poco menos de 4 minutos, el exfiscal actúa al lado de la cantante de música popular Angélica Sierra en dos locaciones: en una casa del exclusivo conjunto residencial Aposentos al norte de Bogotá y en sus propias oficinas.
Como si hubiera hecho un intensivo curso de actuación, el abogado oriundo de El Cerrito, Valle, de la tierra donde se desarrolló la historia romántica de “María” de Jorge Isascs tomó su papel muy consciente de lo que estaba llevando a cabo.
Mario Iguarán estudió leyes en la Universidad Externado de Colombia, hizo su maestría en Derecho en la Universidad de Bonn en Alemania y es especialista en Alta dirección del Estado de la Esap y especialista en Casasión Penal por la Universidad La Gran Colombia. Fue viceministro de Justicia y Fiscal General de la Nación entre el 2005 y el 2009.
En alguna época jugó fútbol y se considera un gran hincha del Deportivo Cali.
La protagonista
Tendrá como un metro con 67 de estatura, pero usa tacones de catorce centímetros. Puro haber cantado música tropical porque cuando de bailar se trata, deja que su cuerpo la lleve y canta desde cuando su mamá le interpretaba canciones de Angélica María.
“Yo me acuerdo cuando ella, a toda voz interpretaba uno de los temas de esa hermosa baladista y ranchera mexicana”.
“En mi casa se escuchaba música popular, como las de Lupe y Polo, “con sangre en mis venas”. Además, todo el repertorio de Antonio Aguilar, Pedro Infante, Alicia Juárez, Miguel Aceves Mejía, Rómulo Caicedo y todo lo que tuviera sentimiento y despecho. Desde luego Darío Gómez, El Charrito negro, Luis Alberto Posada y los grandes ídolos. Es un estilo y una pasión y desde luego, eso se me quedó impregnado en el alma, hasta que un día tomé la determinación también de cantar”, cuenta ahora mientras consume su primer tinto.
Su primer concierto lo ofreció en su casa, con su familia, pero con público, en tarima, ante 12 mil personas fue en “Caparrapí”. “Allá la gente es muy alegre y se unió a mis canciones. Fue un debut para recordar siempre”.
Fue una decisión que pensó por muchos años, mientras vio crecer a sus tres hijos. “Un día de tanto escucharme cantar, hasta en el baño, ellos mismos me dieron ánimo para que saliera a tarima. Es una determinación difícil y lo pensé bastante, pero también es una forma de construir empresa y de sacar a una familia adelante. Soy de Pacho, Cundinamarca y las mujeres de allá somos aguerridas, sin miedo para los retos”, cuenta ahora, pero aclara, “claro que son como las naranjas pachunas, dulces y amorosas”.
Su primer trabajo discográfico contiene los temas “Amor ilegal” y “Se volteó la moneda” del prestigioso compositor Kike Quijano y “Ya no te quiero”, del connotado escritor José Ángel Plata.
–¿Quién es Angélica Sierra?
–Angélica Sierra es una mujer de 37 años, nacida en Pacho Cundinamarca el 6 de febrero 1981, madre de tres hijos y mujer cabeza de familia. La primera canción que me aprendí fue “Dolor de mi dolor” de Angélica María.
“A mí me fascina, dice, mientras consume otro tinto, ver cómo cantan artistas como Alicia Villarreal, Angélica María y Arelys Henao”, explica.
–¿Qué representa actuar al lado del exfiscal Mario Iguarán?
–Para mí es un honor. Es un gran personaje, muy respetado por los colombianos, cuando le propusimos aceptó sin mayores condiciones, le gusta la actuación y gozó con su papel.
–¿Qué es lo más difícil de esta profesión?
–Darte a conocer. Llegarle a la gente es complicado, hay que hacer una carrera que lleva años visitando emisoras, conociendo a periodistas, charlando con empresarios, conversando con los seguidores, armando el grupo.
–¿Es una profesión machista?
–No me parece. Lo importante es mostrar el talento.
–¿Con qué sueña?
–Sueño poder ver que en un concierto el público canta mis canciones.
–¿Con quién le gustaría cantar?
–Con Arelys Henao y Alicia Villarreal.
–¿Qué opina de Paquita, la del barrio?
–Es una excelente artista, es una maestra y una guía para quienes llevamos relativamente poco en el mundo de la canción. Me gusta la forma como entona sus canciones, sin miedo, pero con una voz suave y casi susurradora.
–¿Por qué ha llorado?
–Por las injusticias. Por amor, por mis hijos. No crea, hay dificultades siempre y a veces, en la soledad de las noches, cuando a veces las cosas no salen como uno las planea, pues salen las lagrimitas, pero también cuando veo noticias en televisión y contemplo cómo hay tantos niños desamparados, gente protestando, personas sin una vivienda digna, madres que sufren…Eso me da mucho pesar.
–¿Es fácil promocionar canciones en Colombia?
–La verdad muy difícil, pero de la mano de Dios todo se puede.
–¿Por qué le dicen el ángel de la Sierra?
–Consideró que me dicen así porque soy una persona muy dulce muy tierna y especial con las personas que me rodean el miedo y humilde
–¿Qué es lo bonito de Pacho?
–Lo más lindo de mi tierra Pacho es su gente, el amor con que recibimos a cada persona que llega a nuestro pueblo, sus paisajes sus iglesias, el clima.
–¿Cuánto tiempo se demora arreglándose?
–Normalmente me gasto 30 minutos, pero uno sabe…
–¿Qué la pone de mal genio?
–El desorden.
–¿Ha llorado por un amor?
–Muchísimas veces he llorado por amor. Claro, uno también tiene su corazón. Soy muy sentimental…
–¿Prefiere el sushi o las ostras?
–Realmente ninguna de las dos, me gusta más lo criollito
–¿Lleva un diario de vida?
–No lo llevo un diario, como tal, pero tengo –como buena mujer—una memoria que no permite olvidar detalles. Uno perdona, pero no olvida.
–¿Cómo se imagina al cielo?
–Algo muy bonito y tranquilo, donde podré cantar todas mis canciones.
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