Soacha es pionera en turismo accesible
Un instructor Sena y un joven residente del barrio Ricaurte con discapacidad auditiva, son los encargados de capacitar a la población del municipio y otras regiones del país en lo que se conoce como lenguaje de señas. Los dos promueven el turismo accesible y esta semana viajaron a México para contar lo que hacen en Soacha y el país.
Aldemar Ortiz es instructor del Servicio Nacional de Aprendizaje, pionero del turismo accesible en Colombia. Cuenta que en esta entidad conoció a Jean Pierre, un joven con discapacidad auditiva que ingresó al Sena a estudiar gestión de destinos turísticos con un enfoque accesible, es decir, turismo para sordos, para personas con discapacidad visual y movilidad reducida.
“La idea nació hace 8 años cuando tuvimos soldados
heridos en combate, unos quedaron
sordos, otros ciegos, otros en silla de ruedas, entonces debido a su condición cada
uno fue cambiando el modo de ver las cosas. Algunos se encaminaron por el
emprendimiento, otros por el turismo, y
por motivos de la vida llegué al Sena al
tema de interpretación; allí vi que
iban a estudiar tres sordos y no tenían
una opción clara por falta de un intérprete. Uno era Jean Pierre, quien ingresó
a la parte de gestión de destinos turísticos con un enfoque accesible, y hoy ya
conoce más de 28 municipios del país”, dijo Aldemar.
En el Sena les
pidieron escoger un municipio para promover el turismo, entonces se inclinaron
por Soacha, aprovechando que Jean Pierre residía en el barrio Ricaurte de la
comuna seis.
“Empezamos a recorrer y encontramos que había arte rupestre,
gastronomía y mucha cultura muisca, pero no
una entidad que promoviera el turismo o incentivara visitar el municipio.
Soacha es un destino turístico de paso, entonces comenzamos a tocar puertas y
se nos abrió en la Dirección de Desarrollo
Económico de la Alcaldía de Soacha, presentamos el proyecto al Sena, les
gustó y empezamos a trabajar; luego
hicimos acercamientos con la Casa de la Cultura capacitando a la comunidad, a colegios y ahorita
lo hacemos en el museo”, agregó Ademar.
Las capacitaciones comenzaron en abril pasado con el fin de difundir el lenguaje de señas para
romper las barreras y comunicarnos mejor, crear una estrategia de comunicación
asertiva con las personas sordas y oyentes. Además se enfocó hacia actores del turismo como personas de cafeterías,
restaurantes, transporte público y el museo, entre otros.
Hoy, Aldemar y Jean Pierre hacen equipo y son pioneros del turismo accesible en el país,
por eso esta semana viajaron a México como ponentes de un foro internacional.
“Hace 20 días
fuimos ponentes en el Congreso Internacional de Turismo en la Tebaida, Quindío. Tengo una red
latinoamericana de turismo accesible que viene desde México hasta Argentina, y parte de los ordenadores son de nuestro equipo
de trabajo. Ahora vamos a
exponer en México el tema y a enseñar cómo se hace el lenguaje de señas, cómo
se articula con turismo y cómo se puede hacer gestión para el turístico
accesible, tanto para personas sordas como para ciegas y con discapacidad o
movilidad reducida”, sostuvo Aldemar antes de viajar.
Aunque Jean Pere no habla, su lenguaje de señas en perfecto. Antes de abordar el avión dijo que
la expectativa de viajar a México era bastante grande “porque vamos a participar, es dar a conocer a
nivel internacional lo que estamos haciendo
en mi casa, en un departamento y en el país”.
Jean Pierre tiene
tres hermanos, su padre falleció y su madre está desempleada, motivo que lo
impulsa a trabajar y ayudar a sostener la casa.
“Nací sordo y desde
pequeño compartí con sordos y oyentes, pero no había una comunicación, era
difícil. Me asignaron una persona sorda y fui adquiriendo alguna experiencia y
practicando, hasta cuando me gradué como bachiller y me pregunté qué
hacer. Empecé a trabajar para a futuro tener una experiencia con el
lenguaje de señas colombiana, entonces decidí crear un proyecto para presentárselo a personas oyentes que quisieran
aprender la lengua de señas, un poco difícil romper las brechas”, puntualizó.
Cuenta que está satisfecho con el rol de capacitador
que ahora desempeña. “Es muy bueno porque ya nos conocen, la comunidad se
interesa en aprender el lenguaje de señas, además el aprendizaje es recíproco porque
hemos aprendido y entre nosotros tratamos de apoyarnos”, finalizó.