A gritos piden iluminación para el puente vehicular de Terreros y sus alrededores

A pesar de haber mitigado un problema vial en el municipio, el recientemente inaugurado puente vehicular de Terreros se ha convertido en el sitio ideal para que los delincuentes hagan de la suyas, gracias a la mediocridad con la que fue terminada esta obra.


Hace tres meses, con gran orgullo y jactancia se dio vía libre a la entrada en funcionamiento del puente vehicular de Terreros, que descongestiona en cierta medida el flujo vehicular y facilita el acceso a las comunas tres, cuatro y cinco de Soacha. Sin embargo, y a pesar de factores como la entrada de Transmilenio, se han vuelto a generar inconformidades en cuanto a movilidad, seguridad y falta de iluminación.

La inseguridad que ha cobrado vigencia en este sector preocupa a los residentes que a diario deben cruzar por allí, bien sea para llegar a sus hogares o dirigirse a sus sitios de trabajo. Así lo piensan varios transeúntes consultados por este medio, quienes deben transitar por debajo del puente a cualquier hora del día, corriendo el riesgo de ser atracados y hasta incluso heridos por personajes no deseables que se aprovechan de la soledad del lugar y de la falta de iluminación en horas de la noche.

Una de estas personas es Álvaro Romero, un habitante del sector de León XIII segundo sector, que en ocasiones llega de su trabajo a las 9 y 30 de la noche. Él, como muchos otros habitantes, se baja de un articulado de Transmilenio que llega a la estación Terreros y para dirigirse hacia su hogar debe encomendarse a la protección divina, ya que es muy raro ver a esas horas de la noche alguna patrulla de la policía que haga rondas por este sector que comunica a la comuna cinco con la tres:

“Uno pensaría que desde que se construyó ese puente todo iba a mejorar, pero como que lo pensaron solamente fue en función del tráfico vehicular, mas no de los peatones. Usted cruza por aquí después de las seis de la tarde y lo que le da a uno es miedo porque ni siquiera se puede ver quién viene delante suyo”, aseguró el señor Romero.

“Anoche vi a tres personajes que intentaron colarse en Transmilenio, afortunadamente en la estación habían auxiliares bachilleres, pero lo que me sorprendió fue que al ver que no pudieron subirse, estos vándalos cruzaron la autopista hacia la cicloruta y el puente de Terreros, aprovechándose de la oscuridad para camuflarse en ella, y hasta de pronto cometer actos delictivos”, sostuvo Cristian Fernández, habitante de la comuna cinco.

Y es que no son solamente los peatones los que se están viendo afectados por esta problemática, algunos comerciantes de la zona han tenido que aliarse entre sí para protegerse de quienes ven en este sector la oportunidad para cometer el “crimen perfecto”, han decidido colocar alarmas y cámaras en sus negocios. Sin embargo, también han presenciado atracos a mano armada a plena luz del día y eso ha hecho en gran parte que tengan que cerrar sus negocios más temprano de lo habitual, ya que prefieren perder un poco de venta y no perderlo todo, incluso hasta la vida.

“Nosotros mismos nos hemos tenido que unir, en parte eso es bueno, pero uno esperaría que no lo dejaran solo, porque de hecho hemos tenido que salir a veces a impedir que roben a algunas personas que pasan por debajo del puente,” aseguró Rafael Montillo, comerciante del sector.

Teniendo en cuenta estos testimonios y la opinión de las personas consultadas, la solicitud más importante en cuanto a seguridad es la de instalar luminarias o reflectores que dificulten las labores de los delincuentes que pretenden hacer de las suyas en el puente de Terreros, hay que decir que los hampones andan a pie o se valen de la cicloruta para asaltar y emprender la huída, aprovechando la falta de control e iluminación, además de un mejor apoyo de la policía en situaciones de peligro para los peatones.

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