Actividad física para recuperar a los jóvenes farmacodependientes

‘La clave soy yo’ es el nombre del convenio celebrado entre la Corporación Gestora de Paz Kairós y la Administración Municipal, a través del Programa Soacha Joven de la Secretaría de Desarrollo Social, en el que por medio del ejercicio y la realización de actividad física, se ayuda a los jóvenes farmacodependientes para que superen su adicción y puedan iniciar una nueva vida.


A lo largo de la semana los jóvenes acuden a diferentes eventos para realizar actividad física de todo tipo, desde la práctica de deportes como el fútbol y el baloncesto, hasta la rutina cotidiana en el gimnasio que ha sido habilitado para esta terapia, que ha dado a estos jóvenes la posibilidad de alejarse del consumo de sustancias psicoactivas y encontrar alternativas para su desarrollo personal:

“Llevamos casi mes y medio trabajando en este convenio, en el cual hemos vinculado a chicos entre los 14 y los 28 años que se encuentran en situación de consumo. El convenio ha ido desarrollando en ellos el fortalecimiento de su identidad y su autoestima, trabajando temáticas referentes a la personalidad, la importancia de las normas y de su proyecto de vida. Los jóvenes tienen diferentes actividades dentro de la fundación, como por ejemplo talleres grupales y personales, así como la vinculación de otras actividades extras, como la lúdica, el deporte, la recreación y la asistencia al gimnasio durante tres días a la semana, algo que les permite desintoxicar su organismo”, explicó Silvana González, Psicóloga del Programa Soacha Joven.

De acuerdo a lo dicho por González, el convenio va hasta el próximo 31 de diciembre, con miras a proyectarlo para que continúe en el 2014, y se pueda vincular a otros jóvenes interesados en rehabilitarse, siempre y cuando adquieran un compromiso de cambio. De igual manera, desde Soacha Joven se apunta a fortalecer todo el trabajo en las comunas para tener grupos focales en cada sector, de tal manera que se atienda a una mayor cantidad de población vulnerable, se incentiven y se aumenten las estrategias de prevención en los colegios, además de hacer una articulación con el Programa de Infancia, para que se comience a trabajar con la familia y los niños desde temprana edad.

Deivi de 14 años y Camila de 16, son dos de los jóvenes que tienen problemas de farmacodependencia y hacen parte de este convenio. Ellos hablaron sobre su participación en el proceso y los beneficios que han obtenido:

“El proceso me ha parecido muy chévere, pues acá hacemos actividades en el gimnasio, salimos a jugar fútbol, y a veces nos dan unas hojitas para trabajar. Esto nos ayuda a cambiar nuestros hábitos de vida, para corregir esos errores que hemos cometido. La idea es que el próximo año podamos continuar con esto, pues contamos con el apoyo de nuestros padres para seguir en este camino”, dijo Deivi.

“En este proceso todos parecemos una familia y nos apoyamos mucho, lo mejor de todo es que podemos ejercitarnos en el gimnasio y nos dan muy buenos alimentos. Yo asisto todos los días desde las diez de la mañana hasta las cuatro de la tarde, menos los domingos, sin duda lo más importante es que mis papás me dan ánimos y me apoyan para que yo venga cada día. Espero que el próximo año ya pueda dejar de consumir, para asistir a fiestas sanas, terminar mi bachillerato y estudiar una buena carrera”, concluyó Camila.

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