Barrio Minuto de Dios, legalizado pero sin agua

Posted on 3 de julio de 2013 by Periodismo Público

Con resignación, los habitantes del barrio Minuto de Dios esperan algún día gozar con satisfacción del servicio de acueducto. Además manifiestan su descontento porque a pesar de ser uno de los pocos sectores legalizados de la comuna cuatro, reciben el líquido a partir de una estrategia ideada por los vecinos del lugar.

Han pasado tres meses desde que el Minuto de Dios recibió el título de barrio legalizado. Sin embargo, la realidad en cuanto al tema de los servicios públicos no ha cambiado, el servicio de acueducto y alcantarillado por el que sus residentes han luchado, sigue siendo una utopía muy distante de alcanzar.

Minuto de Dios colinda con el barrio El Espino, perteneciente a la ciudad de Bogotá, existiendo como límite una vía que separara los dos sectores. Lo llamativo del asunto es que al observar las casas del Espino, estas cuentan con su contador para el agua y con su servicio de alcantarillado en condiciones favorables; en cambio, los habitantes del Minuto de Dios explican que para obtener agua deben instalar mangueras de forma manual y en ocasiones rogarles a los presidentes de junta de otros barrios que les regalen el preciado líquido.

“Tenemos que reciclar el agua, la primera juagada de la lavadora se saca en una caneca que va para el baño y para lavar pisos. Luego, con la segunda tanda se hace igual, esa agua la utilizamos para lavar el piso, los baños y la loza”, explicó Luz Mary Martínez, habitante de la zona.

“Cuando llueve coloco las canecas ahí afuera donde la vecina, se recoge agua y esa es la que se usa, muchas veces me ha tocado utilizarla hasta para comer. Mientras uno ve que en otros lados sacan mangueras, lavan carros y motos, aquí a veces duramos 15 días o un mes sin agua, ahí es cuando quiere uno que llueva”, expresó María Espejo, ama de casa del sector.

“Cuando se demora mucho, casi que hay que arrodillársele a los fontaneros de los otros barrios para que abran los registros, en ocasiones tenemos que ir al Espino e instalar una manguerita casi que a escondidas porque a veces la gente de otros barrios lo amenazan a uno”, contó el Presidente de la JAC, Simón Céspedes.

De igual forma, los habitantes manifestaron que de vez en cuando llega uno que otro carro tanque, los residentes sacan canecas y cargan, eso sí, aclaran que hay que estar llamando a la Empresa de Acueducto.

La situación del alcantarillado no es mejor, la comunidad asegura que la mayoría de tubos que se instalaron de manera casi artesanal llevan cerca de 20 años en funcionamiento: “Están como un cascarón de huevo, al abrirle un hueco, eso explota, el agua se está filtrando hacia las otras calles”, prosiguió Céspedes.

Las filtraciones no sólo se dan en las calles, en las casas también se están dando, ya que algunos vecinos del sector han realizado acometidas nuevas de manera casi obligada, las cuales, o no cumplen con los parámetros de calidad, o simplemente no quedan bien instaladas, provocando que el agua se desplace hacia otras casas y provoque daños en las viviendas.

“Ayer no hubo agua y este reguero estaba seco, el agua llegó anoche como a las ocho de la noche, yo estaba acostado pero casi una hora después miré y ya estaba acá esto empantanado, yo estoy seguro que es de las mangueras nuevas de alguna casa, puede ser de enseguida o de más arriba, porque daño si nos está haciendo a todos”, dijo Rafael Morales, habitante de uno de los predios afectados.

«Como junta estamos buscando qué solución se le da a eso, porque tenemos que localizar el daño», declaró Miguel Porras, dignatario de la JAC Minuto de Dios, mencionando junto con el presidente de la junta, que se han hecho reuniones con ingenieros y representantes del Acueducto, pero no hay nada concreto todavía, se han quedado en estudios y nada más, por tal razón, exigen una oportuna respuesta de los entes municipales para que le manifiesten al acueducto sobre esta difícil situación que tiene a los residentes del barrio con dificultades en el servicio.