Cinco razones para entender que el paro docente se perdió
Se sabía que era impensable e inútil mantener un paro de docentes durante el receso escolar. Por ello, y con el respeto que se merece el magisterio, pienso que la FECODE no tuvo otra opción que aterrizar antes de que ello sucediera, en la mesa del Ministerio de Educación a negociar lo que más pudo, circunstancia que le llevó a sacrificar sus metas, a juzgar por los resultados que enumero a continuación:
1. Según lo publicado en medios, se acordaron alrededor de seis (6) puntos. Uno de los cuales consiste en reformar el Sistema General de Participaciones o Ley de transferencias (715 de 2001). A no ser que gozara del beneficio del Fast Track (vía rápida) como sucede con los acuerdos con la guerrilla de las FARC, una iniciativa de tal tamaño ocuparía toda una legislatura, es decir, por lo menos seis (6) a doce (12) meses como mínimo. Si el calendario no me engaña, a esas alturas ya tendríamos un nuevo Congreso de la República y hasta un nuevo Presidente de la República elegidos, quienes a la época, no son vinculantes en el Acuerdo firmado hoy.
2. Se habla también de una nivelación salarial de los docentes; “pero”, en el marco de una «reforma del sistema general de participaciones»… ¿Entienden lo que digo anteriormente?
3. Se pagará una bonificación del 6% en 2018. Esto podría ser lo único que se lograría concretar este año. Según mi experiencia al frente del sector como Secretario de Educación, estas bonificaciones son por una sola vez y no afectan el factor prestacional. Las bonificaciones en 2019, 2020, etc., de las que habla el acuerdo, por obvias razones quedarán igualmente sujetas a políticas de los gobiernos de turno.
4. Se habla por primera vez de implementar tres (3) preescolares en el marco de la política de primera infancia. Puede que los expertos digan otra cosa, pero esa y la iniciativa de Jornada Única son un verdadero imposible en las condiciones de infraestructura y economía del sector actuales.
Ambos proyectos implican TRIPLICAR la infraestructura actual. No obstante la deuda que se tiene con la actual planta física de los establecimientos. Para dar un ejemplo, en Soacha entre 2008 y 2014 logramos construir quince (15) colegios públicos totalmente nuevos y sin embargo quedamos cortos en cincuenta (50) más, para al menos dignificar la infraestructura existente y satisfacer el déficit de cupos. Por información de algunos entes territoriales, hoy en día incluso, está en duda en el resto del país la entrega de los colegios prometidos en 2016 por la Ministra Gina Parodi, así como el cumplimiento de las contrapartidas que firmó el Ministerio con los entes certificados.
5. Los proyectos de jornada única fracasan si no se acompañan de una política sostenida de alimentación escolar, por experiencia lo digo con dos (2) que implementamos y donde los niños más grandes por física hambre, terminaron ocasionado bullying escolar a los más pequeños, robando sus onces. Este punto que tanto reivindicaba Fecode en las marchas, ni siquiera se contempló en el acuerdo firmado.
Pero bueno, no es para lamentarse en extremo. Resistir ante tanta amenaza estructural es bastante difícil. Admiro la valentía de los maestros, hay que aplaudir que en esta ocasión ganaron más simpatía y apoyo de la opinión pública que nunca. Sin embargo mi recomendación es que ojalá canalizaran esa energía en masa hacia proyectos políticos unificados, no adscritos a ninguna corriente ideológica de izquierda o de derecha, sino a firmes propuestas de defensa y progreso del sector; o mejor dicho, los exhorto a tomarse el escenario donde se realiza la verdadera negociación, el próximo Congreso de la República, con una lista única, pero independiente. Con la fuerza de 300.000 maestros y sus familias no serían pocos los congresistas que se elegirían en la próxima contienda.
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