Una pequeña de 10 años es líder defensora del agua en Soacha

Juliana Henao Villamarín, una pequeña habitante de la comuna 6 del municipio de Soacha, se convirtió en una de las 20 personas que se capacitaron con la misión de defender el uso racional del agua y enseñarle a los adultos cómo se puede ahorrar este líquido vital.


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“Cuando sea grande quiero defender el planeta y cuidar los animales”, dice sin titubear y a sus escasos 10 años, Juliana Henao Villamarín, una pequeña habitante de la comuna 6 del municipio de Soacha, quien durante dos meses, sin faltar a una sola clase, asistió los sábados al salón comunal del barrio Santa Isabel, muy cerca de su casa, para aprender con ayuda de las trabajadoras sociales de la regional CAR, o mejor, las profes, como ella les dice, acerca de los recursos naturales y de las riquezas ambientales que tienen en su municipio, siendo protagonista el agua, un recurso que sin duda se disfruta todos los días y que según Juliana, en la casa y en el colegio a veces desperdician.

El gran día llegó. Juliana junto con sus 20 compañeros, quienes ahora son Defensores del Agua, están listos. Llegaron a tiempo para recibir su grado, en compañía de sus orgullosos padres, quienes como el de Juliana, Jorge Henao, se llenan de orgullo y reflexionan acerca de este gran día: “ Me siento feliz de que ella haya aprendido a cuidar el agua, porque esa conciencia que aquí aprendió ya la pone en práctica en casa, diciendo que ahorremos agua de la lavadora, que usemos un vaso de agua para lavarnos los dientes, y cosas que a su corta edad ya ve como un futuro para ella, yo le diría a los papás que nos vinculemos con nuestros pequeños en la proyección del medio ambiente, pues esto les va a dar un buen futuro”.

Uno a uno, los comprometidos niños fueron llamados a recibir una cartilla, su pequeño uniforme de gorra y chaleco y un compromiso firmado para que multipliquen la tarea en sus comunidades; tarea que se toman muy enserio, porque como dice Juliana: “Yo, ya aprendí cómo cuidar de verdad el medio ambiente, cómo respetarlo sobre todo. Porque la gente, por ejemplo mi abuelita, bota mucha agua cuando lava las escaleras, pero aprendí aquí y le dije cómo debe hacerlo sin gastar tanto”.

Los rostros de alegría, las fotos, la emoción y todo lo aprendido, son la mayor recompensa para los funcionarios de la Regional de la CAR en Soacha, quienes invitan a más comunidades y entidades a buscar estos espacios para vincularse con la protección ambiental. “Hoy son niños, pero mañana cuando sean grandes ciudadanos, sabrán cómo mantener un recurso tan importante como el agua”, aseguró Gonzalo Rodríguez, director de la regional que acompañó esta importante actividad.

Juliana sale con su nuevo uniforme decidida a vencer la indiferencia y la falta de tiempo de los adultos para pensar en el medio ambiente, no sin antes hacer una reflexión más: “Me gustaría que todos los niños aprendieran esto, hoy somos solo 20 los que nos graduamos, y eso es chévere, pero faltan más niños que también pueden aprender como yo.”

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