Colombia es el segundo país que más crece en la región

En los últimos años América Latina ha experimentado diferentes adversidades en materia económica y países como Argentina, Ecuador y Brasil han sufrido las consecuencias de las crisis económicas mundiales: recesiones, devaluaciones, aumentos en los déficit e inflaciones. Colombia, junto con Perú y Chile, parece diferenciarse. ¿Por qué?


Colombia es uno de los casos atípicos en Latinoamérica, pues nunca ha experimentado una hiperinflación y a pesar de que ha atravesado una desaceleración en los últimos años, ha mantenido un ritmo crecimiento económico y ha resistido los choques externos, a tal punto que en los últimos cien años de historia económica solo ha tenido 3 años con crecimiento económico negativo. A pesar de la percepción general, es el segundo país que más crece después de Perú, durante la última década.

El crecimiento de la economía colombiana a pesar de los choques externos, no es algo nuevo. En la llamada década perdida -en los años 80s- fue el único país que no tuvo cesación de pagos, años después en la crisis económica mundial del 2008 a pesar de que sí se presentó una desaceleración, mantuvo la tendencia y creció 2,5%, y lo mismo sucedió con la caída en los precios del petróleo en 2014, donde a pesar de que este rubro representa una de las principales fuentes de ingreso para el país, se logró un crecimiento de 4,5%.

Este último capítulo significó el más grande choque externo en la historia del país. Aun así, la economía nunca cayó en recesión, mientras que otros países como Brasil, Argentina y Ecuador, tuvieron que hacer su ajuste por la vía de reducir su economía.

Para Luis Fernando Mejía Director ejecutivo de Fedesarrollo, este comportamiento de estabilidad macroeconómica obedece principalmente, a la fortaleza de las instituciones colombianas como el Banco de la Republica, el Ministerio de Hacienda y Planeación Nacional.

El éxito de los resultados de estas instituciones, se le atribuye al manejo tecnocrático, mediante el cual han logrado administrar eficientemente la política fiscal y monetaria del país, obteniendo así un blindaje frente a las crisis externas que se puedan presentar.

Pero no se puede cantar victoria, ya que a pesar de que en términos generales la política macroeconómica colombiana es fuerte y ha logrado reducir la tasa de pobreza de 50% a 27%, es necesario que el país aumente el crecimiento potencial por encima de 4%. En este sentido, Mejía aseguró que para lograr esta meta es necesario mitigar la informalidad empresarial y laboral, reducir los rezagos en infraestructura e insertarse en la cadena global del valor.

Finalmente, si el país quiere seguir creciendo y algún día pretende competir con las grandes economías del mundo, es necesario mejorar los niveles de productividad, pues hoy Colombia se raja en esta materia, ya que según un informe de la Ocde, la productividad de una empresa colombiana representa tan solo 25% de la de una empresa en Estados Unidos, hecho que impide un mayor crecimiento, pues dificulta que se generen cadenas de valor y encadenamientos productivos de calidad.

Sin lugar a dudas, Colombia ha logrado hacer una tarea para enfrentar grandes choques y mantener la estantería. Eso no muestra que algo se ha hecho bien. Pero los desafíos son enormes y es claro que queda mucha tarea por hacer en la meta de lograr mayores niveles de crecimiento.

Fuente: Dinero

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