Conmovedor mensaje de Raúl Castiblanco a su señora madre, otra hija de Soacha que se despide

Falleció doña María Luisa Cubides Forero a sus 66 años, una hija de Soacha que transmitió el mejor ejemplo a sus hijos, entre ellos a Raúl Castiblanco, el reconocido poeta, escritor, orientador y funcionario público soachuno.

Doña María Luisa Cubides Forero murió en Girardot, había sido trasladada a una UCI del hospital San Rafael de esa ciudad, pero desafortunadamente este martes falleció.  

Su hijo Raúl, autor de libros y poemas, escribió una conmovedora carta para despedir a su señora madre, o como él mismo tildó, “Al tesoro más grande de mi vida, a mi madre María Luisa Cubides (QEPD)”. Julio 21 de 1954-junio 8 de 2021.

El ángel de nuestras vidas regresa a casa

Nunca pensé que escribiría algo así, pero a veces en la vida nos pasan cosas que marcan todos los días de nuestra existencia; una de esas situaciones fue la primera vez que abrí los ojos y observe frente a mí la sonrisa más dulce que jamás observé, la de aquel ángel en el cual Dios en su Amor nos encomendó para guiar a mis hermanos y hermanas, a mí, e incluso a quienes en algún momento de dificultad pidieron su consejo, a través de nuestro paso por este plano de la existencia, siempre enseñándonos a hacer lo correcto,  con esa sabiduría que solo da el Creador , la misma con la que siempre nos enseñó a estar unidos, a respetar, a perdonar aun sin importar lo que te hubieran hecho, o como diría en sus palabras, “de que sirve vivir con rencores si de ello daremos cuentas a Papá Dios”.

Hoy recuerdo en mi nostalgia, los días en que de niño me clavé una puntilla y ella con dulzura me llevaba todos los días sobre sus espaldas a la Concentración Bolivariana, a pesar de estar cansada de trabajar, o cuando estuve muerto y sus oraciones diarias hicieron mella en la Misericordia del Eterno, para que él en su amor, me permitiera regresar y sacar a mis hijas adelante, cuando vi al hombre más fuerte que pude conocer en mis días de mortal en el terruño, llorar por su ausencia, cuando el cáncer parecía quitárnosla y nuestro Rey de Reyes nos la devolvió sin síntoma alguno hace 21 años, dos días antes de las elecciones de las que tuve que retirarme cuando era candidato, pero no importó, porque en el plan del Señor su salud fue mi regalo, el de mis hermanos, mis sobrinos y mi padre.

Hoy cuando pareciera que no valieron las oraciones de miles de personas que intercedieron por su salud y a quienes agradecemos tan gentil detalle y pedimos seguir orando por los demás enfermos, sé que sirvieron para que la Santísima Trinidad la recibiera en el seno de su gloria y la reuniera con nuestro padre, sus nietas, sus padres y demás seres queridos, y que desde allí nos acompañan desde su Amor Infinito. Agradezco a ti mi creador, mi señor y salvador, mi espíritu santo “Baruch Hashem, Heloim, Adonai Yahue, Yashua Hamashia, Rua Hakodesh” por habernos dado tantos días a su lado, tú sabes que nuestro dolor es inmenso, pero damos a ti la Gloria, la Alabanza y la Honra, porque sabemos que tu plan es perfecto, tu voluntad excelsa y sabemos que solo es cuestión de tiempo para que permitas volver a reunirnos junto a ti. Porque mi madrecita como mi Padre, fue quien inspiró mis creaciones, mis buenas obras, mis acciones, enseñándome a guiar a mis alumnos por el camino de lo correcto, porque ella fue parte del terruño, de este rincón del Edén, en el que me crio con su amor, el mismo que nos acompañará, pero que siempre extrañaremos, porque ella también era Suacha, porque todos somos Suacha.

“Hoy haré silencio en tu honor, descansa mi madre, mi amor, en los brazos del Creador y como Ángel infante sonríe en su dulzura, la misma que nos diste y siempre recordaremos para hacer lo correcto; los Ángeles mayores hoy celebran tu llegada a los jardines del cielo, y te unes a las filas del Ejercito Divino, porque renaces en el amor del Padre Eterno, en el Señor, en su Santo Espíritu, en la Eternidad. Descansa Reina de mi existencia, siempre te llevaremos en nuestros corazones, en nuestras almas, hasta el último suspiro de nuestra existencia”. QEPD, Paz en tu tumba. Sin palabras…

Raúl Castiblanco Cubides.

Periodismo Público se solidariza con la familia Castiblanco Cubides y envía un mensaje de condolencia por la partida de doña María Luisa.  Rogamos al Todo Poderoso, al Creador del Universo para que les dé mucha fortaleza, resignación y paciencia en un momento tan difícil, a Raúl, amigo y compañero, nuestra solidaridad y acompañamiento sincero, sabemos de su inmensa fe en Dios, es la mejor medicina para aliviar los dolores del alma, siempre de la mano del Padre eterno. Un abrazo y adelante. Dios es perfecto y sabe por qué llamó a doña María Luisa; ahora ella está en el cielo disfrutando de la misericordia del creador. Q.E.P.D.

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