‘Gobernación a la Finca’, modelo nacional de desarrollo rural con enfoque territorial

Por primera vez, un gobierno departamental llega a las regiones más lejanas y necesitadas de Cundinamarca con la estrategia denominada ‘Gobernación a la Finca’, una de las Apuestas Transversales del Plan de Desarrollo “Unidos Podemos Más”, que articula a más de 19 dependencias de la administración central para el beneficio de la población pobre y vulnerable de las zonas rurales del territorio cundinamarqués.


Se trata de un trabajo liderado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en el que dichas familias reciben herramientas para incentivar su progreso económico y la sostenibilidad de sus productos, enmarcados primordialmente en el bienestar social de ellos mismos, con una inversión de más de $6.000 millones de pesos.

“Gobernación a la Finca es un programa de desarrollo rural con enfoque territorial, enmarcado dentro del concepto de nueva ruralidad, es decir, ver el sector rural no solo desde lo agropecuario, sino en todos sus aspectos. Es un programa donde logramos la articulación de todas las dependencias del departamento y en esto quiero exaltar la labor que cada una de las otras secretarías ha venido haciendo en los 25 entornos seleccionados para la intervención de este importante programa. Una estrategia innovadora sin antecedentes a nivel departamental, con algunos intentos a nivel nacional, pero ninguno con la integralidad de ‘Gobernación a la Finca’, y en esto el departamento le ha dado la importancia a tal punto que fue puesto en una de las metas del Plan de Desarrollo en el año 2016”, explica Juan Gabriel Ayala, Secretario de Agricultura de Cundinamarca.

La estrategia se ha desarrollado en 25 áreas geográficas del departamento denominadas entornos, que a su vez involucra a 91 veredas de 45 municipios de Cundinamarca tales como San Bernardo, Venecia, Guachetá, Junín, Machetá, Manta, San Cayetano, Gachetá, Lenguazaque, Gachalá, Medina, Paratebueno, Topaipí, Yacopí, Beltrán, Pulí , San Juan de Rioseco, Guayabetal, y Gutiérrez, entre otros.

Algunos de los beneficios que han recibido estas familias tienen que ver con la transferencia de tecnologías, la cual se ve reflejada en cercas eléctricas, picadoras de doble propósito, termos de inseminación artificial, tanques de enfriamiento de leche y lavadoras de papas, material que contribuyó directamente a la economía de estas áreas rurales.

Por otra parte, las familias campesinas reciben capacitaciones sobre cómo constituirse en asociaciones, lo cual les facilita su participación en proyectos productivos como el de ‘Gallina Feliz’, una iniciativa de galpones que en el caso puntual del entorno de los municipios de Beltrán, Pulí y San Juan de Rioseco beneficia a 24 familias que se consolidan en la Asociación Femenina Rural de Desarrollo Social (Amuferudes). Actualmente la asociación cuenta con 87 mujeres afiliadas y responde a todo lo relacionado con seguridad alimentaria.

“Es una forma de estar unidas y estar trabajando. En este momento ya tenemos gallinas que están produciendo. Así que ya estamos sacando los huevos y estamos buscando cómo comercializarlos y en eso precisamente también nos está ayudando el programa ‘Gobernación a la Finca’, dice Berta Bastos, presidenta de Amuferudes.

La articulación de esta apuesta ha comprometido a las Secretarías de Vivienda, Educación, Salud, Desarrollo Social, Ambiente y entidades como EPC, Iccu, y Alta Consejería para la Felicidad, en acciones ejecutadas como:

– Mejoramiento de las viviendas de cinco entornos en los municipios de Caparrapí, Yacopí, La Palma, Topaipí, Nariño, Guataquí, Nilo, Tibacuy, Viotá, Chaguaní y Vianí.

-La instalación de 43 tanques reservorios comunitarios de 50.000 litros, como alternativa para almacenamiento y administración de agua.

-Reforestación de 5.000 árboles sembrados en Pulí, Beltrán y San Juan de Rioseco.

– Mitigación y adaptación al cambio climático viabilizado por regalías, dirigidos a 181 beneficiados de 27 municipios de la apuesta.

– Implementación del programa “Enmarca tu Felicidad”, que permitió llegar a tres entornos con cerca de 350 personas con dificultad visual.

El resultado de esta estrategia es finalmente la reivindicación de la institucionalidad con las comunidades rurales; ya que estas vuelven a creer en el campo como fuente de trabajo y en las entidades como aliados que atienden sus necesidades sin importar las fronteras geográficas, sociales o culturales que puedan existir.

Fuente: Diario del Cauca

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