Contaminación auditiva desespera a residentes de Compartir

Posted on 4 de noviembre de 2015 by Periodismo Público

Inconformes y cansados están los residentes del barrio Compartir de la Comuna uno de Soacha debido a la imprudencia de los vendedores ambulantes que promocionan sus negocios a través de sistemas de sonido que para la comunidad resultan estruendosos.

Desde hace más de cuatro años la comunidad residente en la zona comercial del sector, ubicada entre la Trv. 9 y la Calle 13, argumenta que el aumento de los vendedores ambulantes ha causado un fuerte impacto en sus economías. Si bien dicen estar acostumbrados a su presencia y a respetar el derecho al trabajo del que todos deberían ser partícipes, argumentan que la gran mayoría de los ocupantes de espacio público usan sistemas de sonido para promocionar sus productos o servicios.

“Trabajar es un derecho para todos y por eso una vez que se ubican en algún espacio público tenemos algo de paciencia, porque como seres humanos entendemos que en muchos casos la situación es complicada. Sin embargo últimamente la mayoría de estas personas se han tomado la libertad de poner propagandas a volúmenes exagerados que no solo opacan nuestro trabajo, sino que dañan nuestro ambiente laboral causando molestia, tanto a los dueños de las tiendas como a los clientes”, expresó María Hernández, comerciante del sector.

Los comerciantes y residentes perjudicados añaden que lo niveles de volumen usados por muchos vendedores ambulantes son innecesarios, aún más durante los fines de semana, en los que las calles del sector tienen demasiada afluencia de personas; para los comerciantes dichos niveles de volumen irrumpen el ambiente familiar y de descanso.

Hasta el momento han sido reiterados los reclamos que varios residentes y dueños de tiendas le han hecho a los vendedores. Sin embargo, todos resaltan que la actitud tomada por los ambulantes ha causado temor y descontento entre la comunidad, puesto que ninguno acepta de forma respetuosa las críticas o sugerencias que les hacen, razón por la que los residentes del sector argumentan no solo estar cansados, sino que conjuntamente indignados porque además de invadir el espacio público de los peatones y las vías de los vehículos, también generan un ambiente de tensión e irrespeto entre comerciantes.

“Varias de las personas que ubican sus negocios en la calle o que los van moviendo alrededor del sector tienen el volumen tan alto que literalmente los podemos escuchar desde el otro extremo de la cuadra y uno de los problemas que los identifica a todos es que entre sus intervenciones a alto volumen también usan música que generalmente aumenta la tensión entre las personas perjudicadas”, relató Sixta Cuadros, comerciante ubicada sobre la Calle 13.

Si la afectación para los residentes ubicados en el sector comercial ha resultado critica, las personas que viven entre las cuadras del barrio viven un panorama similar, ya que describen como los vendedores que se dedican a recorrer el sector entran a las cuadras y causan traumatismos en la tranquilidad de los dueños de vivienda. María Hernández describió:

“El vendedor de frutas se adentra en la cuadra donde está ubicado mi hogar, ahí procura quedarse algún tiempo en todo el medio para asegurarse que sea escuchado de extremo a extremo. En repetidas ocasiones varios residentes hemos propuesto que modere el volumen de su negocio, la reacción de la persona siempre ha sido la misma, una vez recibe la crítica o sugerencia se muestra grosero e irrespetuoso, dicha actitud es compartida por todos los demás que usan ese método para llamar la atención”, detalló.

Uno de los hechos que más incomodidad está generando entre los residentes es que incluso entidades y compañías reconocidas como empresas de telefonía, televisión, colchones y de comestibles están usando el mismo método para llegar a las personas. Sin embargo, la molestia causada mayor “ya que cuentan con sistemas de sonido mucho más fuertes y complejos que les permite hacer lo que quieran”, argumentó un transeúnte.

Finalmente, la comunidad espera que a través de los entes de control correspondientes se puedan llevar acciones que mitiguen gradualmente la situación hasta acabar con ella totalmente, ya que en muchas ocasiones la intervención de la comunidad se ha prestado para crear discordias entre las personas, las cuales en varias ocasiones han terminado en pleitos.