Desolador panorama en la comuna 4 de Soacha luego de la tragedia que dejó cuatro muertos

Con tuberías rudimentarias y amarres improvisados, los habitantes del barrio El Oasis logran transportar el agua potable para sus viviendas y desechar los líquidos residuales de las mismas. La problemática continúa y la amenaza es latente para las familias en alto riesgo que se resisten a desalojar.


comuna-cuatro-soacha
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Luego de la tragedia que se presentó el pasado 16 de mayo en la comuna 4 de Soacha, a causa del deslizamiento de un terreno que está ocupado por varias familias, el panorama de este sector de aproximadamente 42 barrios sigue dejando mucho que pensar. Como si se tratara de un lugar ajeno al municipio y al país, la comunidad declara que la alcaldía local no ha hecho ninguna gestión para solucionar el problema de acueducto y alcantarillado del barrio El Oasis y que desafortunadamente más de una casa ha caído a causa de las lluvias y el agua que humedece la tierra sobre la que están edificadas.

Las afectaciones que más se presentan son a causa de las construcciones en las que las conexiones de la tubería no son debidamente colocadas y presentan fugas, o simplemente no son instaladas y el agua corre libremente por las rústicas calles, lotes o por las misma viviendas. Claro que la problemática no es directamente de El Oasis, que bien o mal tiene su acueducto y alcantarillado artesanal, sino del barrio Mirador de Corinto, el cual colinda con el mismo y no cuenta con las condiciones adecuadas para el manejo de las aguas.

William Cortés, presidente de la Junta de Acción Comunal de El Oasis, sostuvo que “la gente llega porque los terrenos y lotes son muy económicos; y en cuanto al servicio de agua, como no hay algo bien hecho, la gente en vista de que no se paga sino un derecho de fontanería, desperdicia mucho el líquido, no tiene cuidado y no hacen la conexiones como deben ser. Además las aguas lluvias se filtran debido a que no hay alcantarillado y el terreno es escarpado”.

Aunque desde esta JAC se han buscado ayudas en fundaciones y colectivos, todavía no ha sido posible conseguir los materiales para la construcción del acueducto y alcantarillado que los líderes comunales y la misma comunidad se han comprometido a realizar.

Por su parte, Gustavo Barreto, edil de la comuna 4, comentó que “la Secretaría de Gobierno ha fallado muchísimo ya que es la que debe evitar que se formen todas estas invasiones. Sí hacemos un llamado especial y nosotros reconocemos que hay gente que en realidad necesita el lote y no tiene dónde vivir, pero también hay personas que tienen tres o cuatro casas en diferentes lugares y otras que cuentan con máquinas plastiqueras que consumen mucha agua y energía, servicios que necesitan las familias del sector”.

Como si fuera poco, se suman los desechos y cantidades de escombros que taponan la circulación de los líquidos en las tuberías, los desagües y los caños, y contribuyen también al desvío de las aguas por las casas y senderos de los habitantes.

Lo anterior significa que el peligro y la amenaza están presentes en este sector donde hace algo más de una semana un derrumbe sepultó a tres personas y dejó con muerte cerebral a una menor que posteriormente falleció.

¿De quién es la culpa?, es la pregunta que nadie sabe responder. Hay quienes dicen que es de la nación por generar tanto desplazamiento y abrir espacio para que esas familias lleguen a Soacha. Otros culpan al municipio por permitir que se invadan terrenos por todo lado y no controlar este delicado problema, y algunos piensan que son las mismas familias porque, a pesar de saber que son zonas declaradas en alto riesgo, construyen sin problema, arriesgando sus vidas y las de sus familias.

Por: Angie Torres

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