Después de tres meses, vecinos de Indumil siguen en riesgo por inseguridad vial

Transcurridos tres meses del acuerdo pactado entre la administración municipal y las constructoras para garantizar la seguridad vial sobre Indumil, residentes de Torrentes se sienten indignados debido a la evidente falta de cumplimiento de las constructoras. Aseguran que se olvidaron por completo del acuerdo y que la gestión realizada por la comunidad resultó en vano.


La comunidad habitante del sector de Torrentes, sobre la vía Indumil, insiste en ser la más perjudicada por la falta de señalización y reductores de velocidad sobre las entradas principales de la urbanización, ya que a pesar de su vehemencia ante las constructoras y la anterior administración, no han logrado promover ninguna acción al respecto; por el contrario, se sienten ignorados.

Martín Prieto, representante de Torrentes Etapa 3, dice que a pesar de las solicitudes e insistencia de la comunidad no han logrado obtener eco en los entes que se habían designado para responsabilizarse del problema.

“La situación sigue exactamente igual, no nos han querido colaborar y los habitantes ya se están cansando de lo mismo. Gestionamos ante las constructoras, Sociluz, respecto al tema de iluminación, y de la misma forma, frente a la alcaldía para recibir alguna respuesta o una fecha específica del tiempo en que se supone empezarán a instalar los reductores de velocidad definitivos, pese a todo lo que hemos hecho no nos han querido responder ni darnos una cita para que podamos dialogar en pro de hallar alguna solución”, recalcó.

Desde entonces, los temores de la comunidad siguen creciendo, puesto que la falta de iluminación en el tramo comprendido por Torrentes, sobre Indumil, está siendo la principal causa de atracos, al tiempo que promueve la imprudencia de los conductores que no cesan de transitar con altas velocidades sobre la vía.

“Por el horario que manejo en mi trabajo, debo llegar pasadas las diez de la noche. Son varias las situaciones de peligro a las que junto a otras personas nos exponemos, la imprudencia de los conductores, que siguen pasando a altas velocidades, sin tener en cuenta la necesidad que como transeúntes tenemos de pasar; conjuntamente la falta de iluminación es otro factor de riesgo, ya que para ello también es mucho más difícil visualizarnos a la distancia, y los vándalos aprovechan para hacer de las suyas”, resaltó, Pedro Figueroa, residente de Torrentes.

“Desde el establecimiento del acuerdo, nos dijeron que pondrían paleteros en la entrada principal, los cuales vendrían acompañados por reductores de velocidad movibles mientras las constructoras empezaban a instalar los definitivos, lo que se supone empezaría en un plazo de 15 días. Pasados tres meses, solo en una ocasión nos prestaron únicamente los reductores de velocidad, y las obras que empezarían lo más pronto posible parecen haber sido una estrategia para contentarnos y salir del paso”, expresó, John Sandoval, presidente del concejo administrativo de la etapa 3 del conjunto residencial.

Finalmente, los afectados recordaron que durante las reuniones con la administración municipal, también se tocaron estrategias para mejorar la seguridad sobre la vía, entre ellas, la implementación ocasional de un CAI móvil y el mejoramiento de la iluminación, pactos que tampoco han evidenciado ninguna acción.

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