El abuso de autoridad y la negligencia de la Policía

Pareciera que el objetivo de la Policía de Soacha fuera ‘atropellar’ y abusar de su autoridad, y que sus tareas de fuerza pública las escogieran de acuerdo al interés que los mueve. Por lo menos eso se evidencia cuando en unos casos hacen cumplir los decretos y acuerdos municipales y en otros hacen total caso omiso a los mismos.


Carrera Atlética 12K-2018
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El ejemplo más evidente es cuando la Policía, por el interés que sea, se propone sacar partes y pareciera que lo hiciera con el objetivo de hacer su agosto y amargarle la vida a los desprevenidos conductores que les da por seguir el ejemplo de la misma Policía al utilizar la bahía de la carrera octava entre calles 12 y 13 o parquear sobre la alameda, cuando existe un decreto municipal que nadie (ni las mismas autoridades) pueden estacionar vehículos allí.

Cualquiera entendería que la Ley es para los de ruana y que el ejemplo debería empezar por casa. Pero NO. En Soacha las normas se aplican a libre albedrío del policía de turno y cuando quieren le ponen control a la ciudad, pero la mayor parte de las veces, no.
“Que yo sepa sobre la Alameda de la calle 13, en las carreras séptima y octava no se puede parar a recoger y dejar pasajeros, pero cada minuto vemos a los señores del transporte urbano que paran, hacen trancón, se atraviesan y nadie les dice nada, y hasta donde yo sé, es a la Policía a la que le corresponde controlar eso. Sin embargo vaya uno parquéese un minuto mal y verá que ahí si llegan a partirlo a uno, hasta con grúa a bordo”, dijo Germán Parra, habitante del centro de la ciudad.

Y es que justamente este es el problema. Para la Policía unas veces se aplica la norma y otras no, en cambio ellos sí la pueden violar. Y aquí viene la pregunta: ¿Quién los controla a ellos?

Ayer precisamente este medio captó una escena que se repite a diario y donde se comprueba el abuso de autoridad. Un despistado conductor parqueó una camioneta el frente de la antigua sede del Tránsito (carrera octava entre calles 12 y 13) y de inmediato llegó un agente de policía con grúa a bordo, aunque hay que decir que la molestia de la gente es tan evidente que de inmediato varios ciudadanos hicieron desistir al agente de ordenar llevar el vehículo para los patios.

Si bies es cierto que por decreto municipal está prohibido parquear en este sitio y dos cuadras alrededor del parque, hay varios vacíos que las personas con vehículo no conocen. El primero es que no existe señalización alguna que así lo muestre, entonces es perfectamente lógico que cualquier conductor vea la bahía, se atreva a parquear, e inclusive alegue que la culpa es de las autoridades. El segundo aspecto es que esta misma bahía es utilizada por la Policía para parquear y nadie les dice nada cuando se supone que ellos son el ejemplo, y el tercero es que en las zonas aledañas al parque está totalmente prohibido estacionar carros y es una labor que debe hace cumplir la Policía. Para comprobarlo basta con caminar escasos metros, por cualquier calle o carrera que se desprenda de la plaza principal, y ante los ojos de los agentes se permite la violación a la norma. La Ley no puede ser intermitente, unas veces sí y otras no. O es o no es.

“El problema es que ellos mismos tienen la culpa porque pasan días o semanas enteras y nadie dice nada, entonces la gente parquea y cree que se puede hacer. Pero el día menos pensado llegan con grúas y parten a todo el mundo y así no debe ser, o la aplican siempre o entonces no lo hagan porque pareciera que cuando necesitan plata es que salen a molestar”, expresó Diana Fonseca, propietaria de un vehículo particular.

No obstante este medio hace un llamado a respetar las señales de tránsito y las normas, pero también deja claro que la Policía debe ser ejemplo de civismo y autoridad, ésta última entendida como la aplicación de la Ley sin atropellos ni abusos.

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