El año se agota y la paciencia también

Así como luego de 20 años de espera se agotó la paciencia de quienes habían creído en el liderazgo y el cambio que siempre prometió una hegemonía de familia, también se agotaron más rápido de lo que se pensaba las esperanzas de cambio que en su momento encarnó José Ernesto Martínez Tarquino; pero más sorprendente aún es el inconformismo que empieza a evidenciarse en el municipio con la gestión del alcalde (e) Claudio Mario Galán Pachón.


Y no podría ser para menos. No se sabe al amparo de qué facultades el primer mandatario está tomando determinaciones desde la gobernación, en la cual mantiene más tiempo, si no es porque la emergencia invernal y sus efectos sobre las zonas y poblaciones más vulnerables del municipio le exigen aquí su presencia.

De igual modo, desde los primeros días de su nombramiento hecho bajo circunstancias irregulares -por las cuales hay una demanda contra el gobernador- el alcalde (e), exigió la renuncia de todos los secretarios y directores de la administración municipal hasta tal punto que Eulalio Ramírez Brandt le debió solicitar que reconsiderara la decisión, pues de llevarla a cabo, el municipio se tornaría ingobernable, o como dirían los lideres de la hegemonía ramirista, el municipio quedaría sin gobernanza.

Si bien es cierto que el actual alcalde es un profesional idóneo, educado y formado en las más prestigiosas universidades de Europa, no es menos cierto que esos antecedentes no le confieren la experiencia necesaria para asumir uno de los cargos más complejos y problemáticos del país: la alcaldía de Soacha. Esa podría ser una de las explicaciones de su notoria ausencia en el municipio, pues allí en la gobernación tiene un cuerpo de asesores que sin conocer a Soacha ni saber a fondo las características de sus problemas, le aconsejan qué hacer, cómo hacerlo y cuándo hacerlo.

De otra parte no deja de ser preocupante y paradójicamente curioso que no obstante el difícil manejo del municipio, a la fecha hayan cerca de 33 aspirantes que quieren llegar al quinto piso. La pregunta que surge de tan numerosas pretensiones es que ¿cuáles son las razones de ese magnetismo tan atrayente y tan irresistible que despierta la alcaldía de Soacha que hasta una sola familia que logró en el pasado reciente durar 20 años en el poder, hoy quieren volver nuevamente a él?

Blanco es gallina lo pone y frito se come

Pero más preocupante es el hecho de que a pesar de tener tan selecto y especial mandatario en el municipio, desde distintos sectores se ha empezado a generar un alto nivel de incertidumbre, desconfianza e incredulidad porque al primer mandatario los ciudadanos de a pie sólo lo ven por televisión o lo escuchan por la radio y como si fuera poco, su despacho se volvió un bunker inexpugnable e inaccesible, sobre todo para los ciudadanos del común.

Pero mientras el alcalde vive, además del sueldo y del prestigio heredado de su padre, el malestar ya empieza a rondar a los sectores más deprimidos del municipio como se desprende de las declaraciones dadas por algunos lideres a los medios de comunicación locales en días pasados, según las cuales próximamente comenzarán a adoptar medidas de hecho como la eventual toma de la mal llamada “autopista sur” para que su clamor sea atendido y sus problemas resueltos.

Otro síntoma de la inconformidad y el malestar que se dio durante la misma semana tiene que ver con las medidas de presión que intentaron adoptar los gremios de la educación privada como el intento de toma a la alcaldía para exigir el pago de los contratos (convenios) que a la fecha le adeudan al sector y del cual dependen varios miles de personas.

En lo que respecta al informe de gestión presentado a los medios de comunicación locales, Galán Pachón en realidad no dijo nada nuevo ni diferente a lo que ya se sabía. Su informe discurrió repitiendo que se deben gestionar recursos ante el gobierno nacional y el departamento para ejecutar los megaproyectos, que el Transmilenio no se sabe cuándo entrará a funcionar porque está condicionado a la ejecución de las obras del colector de la zona inundable del centro comercial Mercurio, cuya responsabilidad en la construcción y financiación corre por cuenta de la E.A.A.B, que el tema de la reubicación de los damnificados por el invierno está sujeto a lo que pase con el proyecto del “Papiro”, en fin, su informe fueron palabras, palabras, palabras, tan solo palabras.

Aunque la alcaldía de Soacha es una papa caliente que casi todos quieren coger así se quemen, sólo podrán a acceder a ella los que están de verdad próximos a los círculos del poder, sólo que ésta vez no se trata de la proximidad al poder local sino al poder departamental, pues es desde allí desde donde en realidad se está, no sólo gobernando, sino cocinando quién será el próximo alcalde del municipio, así como el papel que jugará el electorado de Soacha en la elección del próximo gobernador y la asamblea departamental.

Finalmente quiero hacerle llegar a TODOS los lectores de www.periodismopublico.com mis mejores deseos de prosperidad y bienestar en el año 2011, recordándoles que la solución de los problemas del municipio pasan por la búsqueda de acuerdos fundamentales entre sus ciudadanos y no entre sus dirigentes como equivocada y lamentablemente se ha hecho hasta ahora, pues son justamente aquellos no solo los que los eligen y los llevan al poder, sino los que después tienen que asumir las consecuencias de su incapacidad en la conducción del desarrollo y el mejoramiento del bienestar de los ciudadanos de Soacha.

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