El crecimiento de la delincuencia

En estos días de vacaciones y de reflexión suelo comprar libros y cultivar la lectura, me compre el último libro de Germán Castro Caicedo Objetivo 4, donde se narra con lujo de detalles la “malicia indígena” de los hombres que componen la inteligencia en nuestras fuerzas publica y los operativos para capturar a grande personajes que se han convertido en objetivo militar.


Leyendo este libro recordé algunas historias y relatos de un comandante de policía de Soacha, era un personaje, daba gusto como narraba las persecuciones, los encerramientos, los despliegues de personal para capturar a los delincuentes de nuestro municipio, pero a diferencia del libro, estas narraciones casi siempre se cerraban “y ¿que paso?” y respondía el personaje “Nada Dr. Fallo el carro y se voló” o “Se le salió la cadena a la moto y se volaron”.

La Alcaldía Municipal y la Policía Nacional pueden probar con números que se ha hecho un esfuerzo por mejorar la seguridad, se aumento el pie de fuerza, se ha dado más recursos, eso lo notamos con la cantidad de motos que hay que sortear al tratar de pasar al frente del comando, y es más que loable el esfuerzo que se hace con tan pocos recursos, pero es indudable que falta inteligencia, o por lo menos eso es lo que notamos los ciudadanos de a pie y miremos algunos ejemplos.
Para nadie es sorpresa que tratar de sacar nuestro celular y contestar por la kra 7ma y la 8va entre calles 13 y 22 es arriesgarnos a quedarnos sin el aparato, la misma moto, los mismos tipos en bicicleta, en fin los mismos personajes.

A mí me paso, me encontraba en una reunión el teléfono sonaba incesantemente, salí en la kra. 8 con calle 16 y ni siquiera dije “alo” cuando paso un tipo en una moto y chao aparato salí corriendo detrás del tipo y en la esquina se encontraba un agente le grite “ese… lleva mi celular” paramos un carro nos subimos un pelado mas asustado que creo que esperaba toda la vida que le dijeran “siga esa moto” salió corriendo por la 8va hasta la 22 casi damos la vuelta, y el agente por el radio teléfono dio la orden “páreme el tráfico en la 22 que sigo una moto en un móvil particular” si efectivamente… pararon el trafico… después de que el tipo paso, no solo me robaron mi celular, además me toco devolverme desde la 22 con autopista a pie a la reunión.
Otro ejemplo, en el Conjunto Residencial Colmena II en la autopista, cuando voy a visitar amigos y familiares veo con asombro como los papas esperan a sus hijos con ruana y bate en mano al frente de la autopista, es que nos tienen azotados! Y no hace menos de dos meses a una amiga a las 4 de la mañana que se levanta para poder llegar a la Universidad a clase de 7 (porque con estos trancones no hay más que dormir 4 horas) la chuzaron por robarle la maleta de la U, lo peor no es eso, el tema viene denunciándose reiteradamente, ella sigue madrugando y ve todos los días y noches lo mismos tipos y pues ya toco saludarlos a ver si no le vuelven hacer nada; hoy casualmente después de almorzar adivinen, los mismos tipos robando a un viejito, pasaron la autopista y descaradamente dividieron el botín.

Otro ejemplo, a mi papa el día de hoy después de asistir a la posesión del nuevo Alcalde, del cual esperamos con mucha esperanza y con alma de soachuno le vaya bien en su gestión, por una clara consigna si le va bien a él le va bien a Soacha; subiendo al servicio público le robaron el celular no sin antes luchar titánicamente por salvar su maletín sin que el ampón no mayor de 19 años lo tratara de “chuzar” por no dejarse robar.

Y el tema no es ir a parar una patrulla en el sector, sencillamente esa semana se desplazan a otra cuadra y ya, paso en la 7ma colocaron bachilleres en las esquinas, muy bueno pero cuando se fueron volvieron los ladrones de sus vacaciones.

Y eso que no estamos hablando del crimen organizado que hay por la calle 13 de subida y de bajada, o en otros lugares del municipio, solo de las banditas de ladroncitos que nos tienen fregados!!
Es indudable que la seguridad es una responsabilidad de todos, pero también es indiscutible que falta inteligencia, estrategia, seguimiento, análisis, hace rato que el municipio está pidiendo cámaras en los puntos neurálgicos para poder judicializar a los raponeros (esperemos que el Gobierno Nacional y Departamental cumplan con la promesa de suministrarlas), hace rato que el municipio está pidiendo una política seria de espacio público, normas en materia de tableros y ruido en la calle, pero bueno ese será tema para otra entrega.

Si es verdad que faltan recursos, si es verdad que falta personal, logística, pero es necesario una Política Pública de Seguridad realizable para maximizar lo poco o mucho que hay, que todos los cuerpos de la Fuerza Pública y miembros de la Fiscalía, DAS, CTI etc. se coordinen, que nosotros como ciudadanos denunciamos; pero sobre todo que se le meta al tema inteligencia o lo que llamamos nosotros “malicia indígena”.

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