El vedette de la justicia

Era el medio día de un miércoles 16 de marzo, la rueda de prensa del gobernador y el comandante de Policía de Cundinamarca fue registrada en los medios de prensa nacionales, incluso algunos noticieros presentaron la noticia como un hecho de alto impacto para la opinión, especialmente porque se anunciaba con bombos y platillos la captura del presunto homicida del niño Esteban Giraldo, que falleció a causa de un impacto de bala en el barrio San Nicolás del municipio de Soacha.


Y no era de esperarse que fuera tan exagerado el cubrimiento de esa declaración, pues sin duda la mayoría de colombianos nos hemos acostumbrado a ver cómo la justicia se ha mediatizado –por no decir vulgarizado- como cualquier programa mediocre de farándula, en donde los acusados se parecen más a los protagonistas de un reality que a verdaderos criminales. Prueba de ello, fue el trato que se les dio a los primos Nule cuando arribaron al aeropuerto el Dorado, pues para nadie es un misterio que los recibieron en medio de un estricto protocolo propio de jefes de Estado, acompañado de flashes y noticias de última hora en tiempo real, como si fueran todos unos héroes, claro, pero de la corrupción.

Pues bien, volviendo a lo local, nuestro gobernador que nunca ha dejado de ser un político ordinario, y según dicen los que lo conocen, es común que anteponga su prepotencia de gamonal rural por encima de los hechos que son noticia en el departamento, también ha querido ser actor del cortometraje de la justicia, esta vez interpretando el papel de su paladín. Causa reproche que haya anunciado sin ánimo de duda la captura del presunto criminal que descerrajó ese 31 de diciembre pasado la bala contra el niño Esteban Giraldo, pues como se pudo conocer posteriormente, en la audiencia de control de garantías, la Fiscalía nunca le imputó responsabilidad por dicho crimen. Alguna explicación, ninguna hasta ahora. La moraleja del asunto está encaminada a demostrar que al gobernador Andrés González -fiel a su soberbia- lo único que le ha importado realmente es no perder protagonismo ante los medios, especialmente cuando se trate de temas que guarden relación directa con los ya recurrentes y fetichistas de la prensa nacional: “delincuencia, desplazamiento, tragedia invernal y Soacha”.

Hasta la fecha no se sabe a ciencia cierta qué es lo que ha pasado con la investigación del crimen del niño Esteban Giraldo. Sin embargo, lo más prudente seria pedirle a la Fiscalía, como verdadera institución responsable de la impunidad en Colombia, que nos cuente cuáles han sido los resultados sobre su esclarecimiento.

Queda demostrado que la simulación de falsas hazañas en materia de seguridad por parte de nuestros gobernantes en vez de generarles mayor credibilidad, les quita legitimidad, sobre todo, claro, cuando esa simulación es desmentida por la propia justicia, pues en este caso, la versión del gobernador término siendo un mero chisme.

De modo que si fueran más cautelosos, no sólo se lograría mayor efectividad en la lucha contra la impunidad, protegiendo a la población civil de las eventuales improvisaciones que los gobernantes puedan cometer, sino que el gobernador de Cundinamarca dejaría de hacer el ridículo, simulando triunfos que no ha conseguido y el resto de cundinamarqueses simulando que Andrés González dijo algo por fin sensato.

Andrew Barbosa Salamanca

amintemasques@gmail.com

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