En San Mateo Soacha mueren 300 árboles

Después de transcurrido un año de la siembra de 300 árboles en tres conjuntos de San Mateo, no puede ser apreciado ningún ejemplar en perfecto estado, algunos de los pocos que aun posan sobre la tierra, presentan un estado de total abandono, al tiempo que la gran mayoría yacen muertos.


En noviembre de 2013 se plantaron cerca de 300 árboles de tipo Eugenia en los alrededores de los conjuntos Terra Grande IV, primera y cuarta etapa y Terra Grande III, tercera etapa. La plantación se realizó gracias a las gestiones de Meredith López, Edil de la misma comuna.

“La iniciativa nació al ver la urbe de nuestro municipio escasa de árboles, en la que predomina la contaminación, y hacen falta los espacios verdes, al observar esta situación hicimos la petición ante la administración municipal para que nos otorgara el beneficio de cientos de arbolitos, los cuales extendimos los por tres conjuntos residenciales”, recordó la edil.

Para la instalación de los árboles se hizo una convocatoria dirigida a la comunidad, que trabajó conjuntamente con los residentes de los conjuntos al tiempo que los administradores y miembros del consejo de cada uno. El objetivo en aquella ocasión era generar un impacto de conciencia a través de la apropiación de los espacios públicos que pertenecen a todos en el municipio.

Una vez culminada la plantación de los árboles, el compromiso de su cuidado y manutención recaía en las manos de los residentes, sin embargo tras un año de haber realizado la jornada de conciencia ambiental; a lo largo de los 2 kilómetros beneficiados, solo se encuentran escasos árboles, en su mayoría secos y maltratados.

Los residentes de los conjuntos residenciales afirman que por su parte hicieron lo posible para preservar los ejemplares de Eugenia, pese a su esfuerzo argumentan que fueron los transeúntes los encargados de acabar con el esfuerzo de toda una comunidad.

Alfonzo Ramírez, residente de uno de los conjuntos, recordó la importancia que los arbolitos representarían para el aspecto de su entorno y la expectativa que generaron una vez fue plantada.

“Me acuerdo mucho de los arbolitos, al principio, personalmente tenía la esperanza de ver estas avenidas y nuestros andenes arborizados, sin embargo con el tiempo se fueron desapareciendo, muchos vecinos dicen que la gente los arrancaba, y que en muchas ocasiones los mismos estudiantes eran quienes los maltrataban”, relató el habitante.

Meredith Lopez, añadió que en su función como líder comunitaria, reconoció el trabajo que realizó la comunidad durante la plantación de los arbolitos, por esta razón asegura que más allá de haber perdido una inversión, se perdió mucho trabajo y talento humano.

“Siento que fue un trabajo prácticamente perdido, puesto que se hizo con toda la dedicación, amor y con sacrificio, porque hubo personas que se dedicaron la jornada entera a la plantación de los árboles, para que hoy en día solo apreciemos escasos árboles muertos”.

A pesar del inconveniente ocurrido con los árboles, la líder asegura que el trabajo ambiental, y en unión con la comunidad, debe ser vehemente, por esta razón está planteando una mesa de trabajo, para acordar otro tipo de estrategias que motiven a la comunidad a adquirir sentido de propiedad para que no solo cuiden, sino que promuevan el cuidado de los espacios del municipio ya que el problema no es sólo con estos 300 árboles sino en general con el medio ambiente del municipio.

Hace un año y con mucha alegría la comunidad sembró los 300 árboles.

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