Espacio público: auto-reflexión la única solución.

Hay que reconocerlo. Tenemos perdidas todas las batallas con el tema del espacio público. No hay poder humano, menos aún autoridad, tampoco planes o programas y fuera de eso desarticulación entre los vendedores para llegar a compromisos para el uso (que de por sí es una contradicción) del espacio público. Y no es que no se reconozca el derecho al trabajo. Por supuesto y sobretodo en este país que vive de cifras imaginarias vía DANE.


Pero, el espacio público se lo adjudicaron. Lo tomaron a la fuerza, a las malas. Tenemos que agradecerles que nos permitan caminar. No hay por donde andar en Soacha.

Los vendedores protestan y exigen el derecho al trabajo, ¿…pero tienen que tomarse todo un andén para exhibir un producto? ¿Tienen que ponerle techo? ¿Cerrarlo? Lo que falta es que nos pongan peajes y horarios para transitar. Pero como se trata es de llegar a acuerdos ciudadanos que favorezcan a todos apelo a que recordemos las acciones eficaces de cultura ciudadana aprendidas del profesor Mockus en su época en Bogotá: la sensibilización ciudadana como medida para llegar a acciones y pactos duraderos. Una simple y masiva campaña con tarjetas, con mimos, afiches con lo que se les ocurra, dirigida a los vendedores que ocupan estos lugares para que se auto-regulen como un acto de conciencia ciudadana.

De pronto en cultura saben más de eso o en gobierno les suene la idea para que entiendan su fracaso y apelando a otras herramientas le pongan remedio al tema. Invitemos a los señores usufructuadores del espacio público a que piensen, a que se piensen como peatones, a la auto-reflexión, a ponerse en el lugar del otro; del abuelo y su bastón, de la señora que va con paquetes y de pronto del niño que les tumba un producto y se arma de la Troya (lo digo porque lo hemos visto) porque la tolerancia no es una de las virtudes por estos días.

Esto ya no lo arregla nadie sino entramos en acuerdos de convivencia. No hubo autoridad, menos instituciones. Hay espacio para todos, lo único que se necesita es auto-reflexión, ponerse en el lugar del otro. Pero que quede claro que el espacio público no pertenece a nadie, no es de ustedes y es de todos. Y que también quede claro que algunos de los ocupadores del espacio público SI tiene para pagar un local, pero quieren seguir estando allí gratis.

Auto-reflexión es la solución.

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