Funza celebró 485 años de liderazgo, baluarte de cultura y ancestralidad
Funza celebró 485 años de tradición, cultura e historia, a través de una variada programación que se extendió desde el viernes 22 hasta el domingo 25 de abril.
La historia de Funza, que empezó un año antes que la historia de la capital colombiana, ostenta el título de haber sido la primera Bacatá (Bogotá), cuna de más de 20.000 familias muiscas y de riquezas que se transformaron en leyendas, convertidas hoy en lo mejor de su patrimonio. Como homenaje a esa historia, la Alcaldía Municipal, programó actividades artísticas, culturales y deportivas para conmemorar 485 años de su descubrimiento.
“Este año hemos planeado un evento muy interesante, aún más importante y especial, ya que los años anteriores no lo habíamos podido hacer en la magnitud que queríamos por temas de pandemia. Conmemoraremos la tradición, la cultura y la historia de nuestra Funza. Es por eso que vamos a celebrar 485 años junto a la comunidad, funcionarios y todos aquellos que nos quieran acompañar”, explicó Sonia Peña, jefe de protocolo de la Alcaldía de Funza.
El evento central se llevó a cabo el viernes 22 de abril en el parque principal Capitán Ernesto Esguerra, con una logística que repicó al son de las mejores bandas marciales del municipio; fueron siete en total, sumadas a las del Ejército Nacional y el Instituto Penitenciario de Colombia (Inpec).
En simultánea, las bandas estuvieron acompañadas por un desfile de artistas sin precedentes, que representaron, con trajes típicos, las épocas que han marcado la historia de la ciudad, desde la grandeza precolombina hasta nuestros días, cuando es protagonista y referente de liderazgo en gestión.
Deporte y cultura, protagonistas de la celebración
La programación, que se extendió los días 22, 23 y 24 de abril, contó con actividades deportivas y culturales de primer nivel. El mismo viernes, a las 7:00 de la noche, a través de las redes sociales de la Alcaldía, se abrió el telón con la pieza de dramaturgia “La Pola, una tragedia en cinco actos”, que fue presentada por primera vez en Funza hace más de dos siglos, precisamente, el 23 de julio de 1820, para conmemorar los hechos ocurridos el 20 de julio de 1810.
El banderazo deportivo se dio el sábado con la apertura del Torneo Relámpago organizado por el Instituto Municipal de Deportes (Cundeportes), que tuvo, durante 27 horas ininterrumpidas, encuentros futbolísticos entre equipos de diferentes zonas del país, convirtiéndose en una de las competencias más llamativas del centro del país, en lo que a esta clase de eventos se refiere.
Por su parte, el Biblioparque Marqués de San Jorge celebró, a partir de las 5:00 PM, su décimo cumpleaños. Las actividades estuvieron relacionadas con la promoción de la lectura, misión principal de esta entidad, que se ha convertido en uno de los centros de estudio y consulta más importantes del municipio y de la región.
Y al mejor estilo de la Media Maratón de Bogotá y de Medellín, o de la competencia internacional San Silvestre de Chía, la celebración culminó en el corazón de la ciudad, en el parque principal, con la Carrera Atlética 10K, que se disfrutó con la participación de deportistas élite, así como de las personas que anhelaron correr en alguna de las nueve categorías abiertas.
Un legado histórico para Cundinamarca y Colombia
El 22 de abril de 1537, Gonzalo Jiménez de Quesada llegó a orillas del río Funza con la intención de doblegar al pueblo indígena que habitaba esta región. A pesar de la resistencia, los primeros tiros de arcabuz (arma antigua, anterior al mosquete) dispersaron a los pobladores dejándoles el río a los expedicionarios, quienes llegaron al centro de la población y la encontraron deshabitada. Las familias nativas habían huido para salvar sus vidas.
Según los antiguos cronistas, el pueblo era tan grande que se calculaba encerraba 20.000 bohíos; la construcción del cercado principal del Zipa era tan espacioso que pudo alojar, cómodamente, a los españoles con sus caballerías.
Las investigaciones del Centro Cultural Bacatá (CCB), a través de su área de Patrimonio, relatan que a pesar del escape del Zipa se encontraron allí toda clase de riquezas. Muerto Tisquesusa (en el cercado de Facatativá), los españoles capturaron a Sagipa, a quien sometieron a grandes torturas, causándole la muerte por no haberles entregado la fortuna del Zipa. Entonces, nunca se supo en dónde escondió el gran cacique sus bienes.
Y así, la tradición y sentido de pertenencia por el territorio y sus riquezas se ha extendido durante casi cinco siglos, convirtiendo a Funza, hoy por hoy, en lo que siempre fue: la ciudad líder de Colombia, una mezcla entre la ancestralidad y la modernidad, cuna de grandes industrias, con el mejor de los baluartes: su gente.
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