Iglesia genera contaminación auditiva en la comuna cinco de Soacha
Así lo denunciaron los habitantes de la carrera 2A entre calles 44 y 47 de la comuna cinco de Soacha, quienes los días miércoles y domingos deben soportar niveles de sonido inadecuados durante la celebración de una reunión religiosa a la que asisten decenas de personas.
Desde las 6 de la mañana hasta las 12 del medio día los habitantes de todo el sector Nuevo Colón, en la comuna cinco, deben soportar altos niveles de volumen usados para la celebración de reuniones llevadas a cabo por una agrupación religiosa. El lugar donde se realizan las concentraciones de público es apto únicamente para predios residenciales.
“Los domingos, desde las seis de la mañana debemos escuchar sonidos estridentes porque no usan solo el recito que arrendaron para llevar a cabo su celebración, sino que sacan los parlantes y la batería a la calle y los ponen a todo volumen”, describió un habitante de la carrera 2 A.
Sumado al sonido, que según los perjudicados alcanza a escucharse en varias cuadras y que incluso se percibe en casi todo el sector, los realizadores de los eventos religiosos sacan una carpa que ocupa todo el espacio público, bloqueando por completo el paso de peatones de la misma carrera 2 A.
“Siempre que llevan a cabo sus celebraciones es como si se cerrara la calle y uno debe salir por otro lado, porque la cantidad de personas que acude y el tamaño de la carpa obstruyen por completo el paso”, destacó uno de los habitantes afectados.
Con el fin de encontrar una solución al problema que interrumpe el descanso de la mitad del barrio, varios residentes de la cuadra en mención han dialogado con el promotor de la causa religiosa, y aunque obtienen respuestas positivas, el comportamiento sigue siendo el mismo y no ha sido posible que lleguen a un acuerdo que deje de perjudicar a la comunidad residente.
Wilson Arias, residente de la cuadra, explicó: “Hemos intentado hablar con las personas encargadas, pero desde que empezaron hace más de cinco meses no se ha podido solucionar nada, y los dueños de las casas estamos cansados y algunos enfermos, pues se ve interrumpido el único día de descanso que tenemos en la semana”.
A pesar de estar totalmente en desacuerdo con el comportamiento y uso inadecuado del sonido durante las celebraciones religiosas, los vecinos resaltan que respetan el derecho de los implicados a conmemorar su religión, pero reiteran que el sector fue edificado únicamente con un propósito residencial y lo mínimo que exigen es que las celebraciones se desarrollen con un volumen moderado que no afecte los intereses ni la salud de nadie.
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