Katünaa Soacha, una invitación a tener alas

A los barrios Paseo Real y Villa Luz, comuna uno de Soacha, llega el proyecto Katünaa, una iniciativa del ICBF y la Asociación Cristiana de Jóvenes, que trabaja en la prevención de riesgos frente a la violencia intrafamiliar.

Claudia Castellanos, trabajadora social de la ACJ (Asociación Cristiana de Jóvenes), mencionó que este proyecto está inspirado en la palabra Katünaa, que en lengua wayuunaiki significa tener alas. Y es precisamente eso lo que quieren lograr, que tanto los niños como los padres puedan contar con las herramientas para ser libres, para sentirse feliz, que es en sí, la esencia del proyecto.

Este proyecto trabaja con niños de 6 a 13 años, y busca generar en ellos herramientas de auto protección y prevención en temas como la violencia al interior del hogar. Según lo explicó la trabajadora social, durante las jornadas se abordan diferentes temáticas, entre ellas la ubicación en su territorio, los lugares que ven como sitios seguros y no seguros, su casa ubicada en un contexto, identificación de emociones, y cómo se manifiestan esas emociones en ellos y en los demás menores.

Frente al tema de caracterización de emociones, los niños por medio de actividades identifican cómo podrían sentirse emocionalmente frente a diversos determinantes sociales, esto con el ánimo de fortalecer los mecanismos de autoprotección. Por ejemplo, explica Claudia, cuando los niños logran identificar sus emociones, pueden entender qué es lo que está pasando a su alrededor, y pueden incluso pedir ayuda si la necesitan, y es esa una de las cosas que busca el ICBF, que los niños puedan comprender cómo puede llegar a ocurrir una vulneración de sus derechos, qué puede pasar, quién los está respetando y quién no, y qué pueden hacer frente a casos como estos.

Adicionalmente, este proyecto se está trabajando también con los progenitores, enfocado en ciertas medidas de autoprotección desde sus dinámicas como padres; desde sus historias; sin ánimo de juzgar ni evaluar, simplemente haciendo un acercamiento desde su realidad, desde todas las cosas que han vivido en el contexto de la violencia intrafamiliar, esto con el ánimo de prevenir.

Algo importante que está desarrollando este proyecto es que invita a la comunidad a incluirse, a hacer veeduría social frente a la prevención de cualquier tipo de maltrato o violencia en contra de los niños. Este proyecto se está llevando a cabo en lugares como Facatativá, Cajicá, Chía, Bogotá y Soacha, buscando llegar a las comunidades que quieran trabajar con sus hijos, por eso los interesados en Soacha se pueden acercar a los salones comunales, de los barrios Villa Luz y Paseo Real de la comuna uno.  

Claudia hace énfasis en que este proyecto es una medida preventiva y formativa, que todavía falta mucho camino por recorrer, pero con iniciativas como estas se provee a las familias de herramientas de prevención y autoprotección en contra de la violencia, y se incentiva a seguir en el discurso del buen trato y de las buenas prácticas de familia alrededor de la educación de los niños.

Por Sary Tovar

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