La CAR retornó a su hábitat a tres lechuzas, aves importantes para el ecosistema
Su regreso al hábitat natural no solo es una historia de rescate y supervivencia, sino también una victoria para la salud del ecosistema en Cundinamarca.
Tras cinco meses de cuidados intensivos y un proceso de rehabilitación liderado por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y expertos de la Universidad Nacional, tres lechuzas de campanario recuperaron su libertad en la Sabana Centro.
Dos de las aves liberadas eran polluelos al momento del rescate. Vecinos de municipios bajo jurisdicción de la CAR las encontraron aparentemente abandonadas y decidieron entregarlas a las autoridades. La tercera, una lechuza juvenil, fue hallada con lesiones visibles en medio de una obra de construcción. Ninguna habría sobrevivido sin la intervención oportuna.
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“El trabajo conjunto con los expertos de la Universidad Nacional fue clave para su recuperación. Durante este tiempo se les brindó atención médica, alimentación especializada y pruebas de vuelo. Solo después de verificar que estaban en condiciones óptimas, procedimos con su liberación”, explicó Bryan Martínez, director regional Sabana Centro de la CAR.
El proceso no es sencillo. Recuperar un ave rapaz implica más que sanar heridas físicas: se requiere reforzar sus habilidades de caza, garantizar su instinto de vuelo y evitar que se habitúe a los humanos. Todo esto para que puedan sobrevivir por sí solas.
Durante lo que va de 2025, la CAR ha atendido 68 casos de aves silvestres en su regional Sabana Centro. Aunque se han recibido especies como tinguas, loros, torcazas y vencejos, las rapaces nocturnas —búhos y lechuzas— son las más reportadas.
Pero no todos los rescates son necesarios. “En el caso de los polluelos, muchas veces los recogen por error. Si no están heridos, lo mejor es dejarlos en el lugar, preferiblemente en un punto alto y seguro, porque la madre puede estar cerca”, advirtió Martínez, quien también recordó la importancia de reportar estos casos a las autoridades ambientales.
La CAR cuenta con una línea activa las 24 horas (316 5244031) y presencia en 14 direcciones regionales para atender situaciones que involucren fauna silvestre. Su labor no solo salva vidas individuales, sino que ayuda a conservar los hilos invisibles que mantienen en pie los ecosistemas.
Las tres lechuzas ya vuelan libres. Y con ellas, vuela también una parte del equilibrio que tanto necesita nuestro entorno natural.
¿Por qué son importantes las lechuzas?
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Las lechuzas, aves rapaces nocturnas, juegan un papel crucial en el control de plagas. Cada una puede consumir decenas de roedores por noche, lo que las convierte en aliadas silenciosas de los cultivos, los ecosistemas rurales y hasta de las ciudades. Su presencia en un territorio es señal de equilibrio ambiental, y su ausencia puede ser un síntoma de desequilibrio.
Foto: CAR Cundinamarca