Los vehículos de tracción animal

Miles de familias bogotanas y de los municipios vecinos de la capital de la república desde hace tiempo atrás dependen de esta actividad económica que es la de transportar ciertos elementos y materiales por medio de una carreta bajo la fuerza de un caballo, conocidas en nuestro medio como “zorras”.


Es de aclarar que a pesar de no ser una profesión u ocupación para la que se exigen estudios, sus ingresos en la gran mayoría de los casos, de acuerdo a serios estudios realizados por algunas universidades de la ciudad y la misma Secretaria de Movilidad, tienen unas entradas diarios que oscilan entre los 70 y 100 mil pesos, lo que nos da a entender que las familias que dependen de esta actividad tranquilamente tienen como sueldo cuatro salarios mínimos legalmente establecidos.

La idea inicial de cambiar las “zorras” por carros, motos o motocarros, sin lugar a dudas es algo excelente porque esto permite cambiar la estructura misma de este tipo de transporte en la ciudad.
La medida adoptada en el Decreto 178 de 2012 sin lugar a equivocarse debe llevarse a cabo lo antes posible; de igual forma es claro recordar que el artículo 98 del Código Nacional de Tránsito Ley 769 de 2002, contempla en el proceso de retiro de los vehículos de tracción animal, que las Alcaldías promuevan actividades alternas para las familias que dependen de este tipo de actividad.

El Municipio de Soacha no se puede mostrar ajeno a esta situación; el pasado 07 de febrero de 2012 en un debate organizado por el Honorable Concejo Municipal se trató el problema más angustioso que tiene la ciudad: la movilidad. Mediante moción de privilegio concedida a uno de los representantes del gremio transportador, en su intervención solicitó a la Plenaria del Concejo que se tomaran medidas al respecto; ha transcurrido un año de la petición y referente al tema con toda seguridad puedo afirmar que no se han tomado cartas en el asunto.

Cambiar una “zorra” por un carro que es una de las ideas de la Administración, cambiaria definitivamente la imagen de nuestra ciudad. Con respecto a este tema, deberían estudiarse algunos agravantes como: La legalización de los vehículos que obligatoriamente deben ser de servicio público y encontrarse afiliados a una empresa o en efecto a una cooperativa, y que como tal se encuentren vigilados por las autoridades de control, previo el cumplimiento de todos los requisitos de ley para su funcionamiento; la mayor parte de conductores de este tipo de vehículos de tracción animal no tienen la mínima educación elemental, razón por la que es un riesgo y peligro permanente se pongan al frente de este tipo de automores; por otro lado ellos deben asumir los costos y gastos del mantenimiento preventivo y correctivo de los automotores, del mismo que deben tener pleno conocimiento porque la verdad sea dicha no es lo mismo mantener un caballo que hacer el mantenimiento de un carro; por otro lado debe existir una organización en donde no se presente la competencia desleal dentro de la prestación del servicio en el desarrollo de sus actividades. En la actualidad se puede decir que los carreteros tienen unas zonas establecidas para su trabajo, con el vehículo van a tener un cambio del 100%, ya que con la carreta es difícil prestar un servicio, por ejemplo de Ciudad Bolívar a Suba, en cambio con el vehículo sería cuestión de minutos y lo que más preocupa es que se debe estudiar si la rentabilidad va ser la misma o superior a la que en la actualidad perciben por su trabajo.

Ante esta situación existe la permanente interrogante ¿los amigos carreteros que viven y prestan el servicio en Soacha con este tipo de vehículos de tracción animal están dentro del censo que tiene Bogotá? En nuestro Municipio existe un censo por parte de la Administración para las personas que prestan este tipo de servicio? ..Esperemos que por el bienestar de las familias que dependen de este trabajo y el desarrollo de la ciudad se cristalicen y tengan el mejor de los éxitos este tipo de proyectos, al tiempo que considero con todo el respeto del caso, que es hora que en Soacha y en la capital de la república, diseñemos planes de modernización que sean un claro y digno ejemplo para Cundinamarca y el país.

Fuente: Ley 769 de 2002- eluniversal.com.co

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