Microtráfico, inseguridad y roedores en un sector de Soacha

El microtráfico se apoderó del parque de San Mateo y sus alrededores. Además, el acueducto dejó abandonada una obra que origina presencia de roedores, sumado a la inseguridad por el cierre de pasos viales.  

Son constantes las quejas que se presentan en los alrededores del parque principal de San Mateo, en la comuna 5 de Soacha, por parte de habitantes que han tenido que lidiar con varias problemáticas desde hace algunos años, sumado a otras que han aparecido recientemente.

El municipio de Soacha ha sido blanco del microtráfico a lo ancho de su territorio, lo cual ha traído el enfrentamiento de distintas bandas para obtener el control de puntos estratégicos donde su negocio se hace más fructífero; uno de esos sitios es el parque principal de San Mateo y sus inmediaciones, en donde a pesar de ser un lugar para la recreación y el aprovechamiento del tiempo libre, se ha podido evidenciar el crecimiento de un negocio que pone en riesgo el bienestar de niños y jóvenes.

Un habitante de la comunidad, quien por seguridad prefiere reservar su nombre, manifiesta que es normal observar a grupos de jóvenes conformados por ciudadanos colombianos y extranjeros comercializar todo tipo de drogas y distribuirla a compradores que llegan hasta el lugar; puede ser en horas de la mañana, al mediodía, en la tarde o cuando cae la noche.

Además, indica que la disputa por el control de distintos puntos ha llevado a que atenten contra sus propias vidas, un episodio que presenciaron hace poco, cuando fue atacado uno de los integrantes de estas bandas, al parecer por ajustes de cuentas pendientes, algo que se ha vuelto constante en el sector y que parece se le está saliendo de control a las autoridades.

A ello se suma un problema de higiene generado por las obras del acueducto que se iniciaron  en el mes de  febrero en el sector.  Sin embargo, como manifiesta una habitante del barrio, no se han llevado a cabo los debidos protocolos de salubridad, ocasionando entre otras cosas que varios animales roedores que se encontraban en el alcantarillado busquen refugio en las casas aledañas, lo cual provoca un riesgo constante en la salud de los habitantes por todas las infecciones que estos portan.

Pero también la inseguridad aumenta, pues se han cerrado muchos pasos alternos, obligando a las personas a que tomen calles solitarias, donde las polisombras sirven como escondite para los vándalos, y ante la falta de luz y la soledad, las personas que salen a trabajar o hacer alguna diligencia se hacen más propensos a posibles hurtos.

Si bien la comunidad es consciente del retraso de las obras en el último mes a causa del coronavirus, también reclaman que se hayan dejado abandonadas  y que desde un inicio no se tuvieron presentes las medidas correspondientes para el paso de maquinaria, que ha terminado por afectar la salud de algunos habitantes, y por otro lado, la falta de control por parte de las autoridades para realizar continua vigilancia en el sector, con el fin de hacer frente a los delincuentes.

Lo cierto es que con el paso de los días y de acuerdo a los diferentes testimonios de los habitantes que residen en la zona  aledaña al parque de San Mateo, se fortalece la venta y consumo de sustancias alucinógenas con lo cual sigue en aumento la inseguridad, sin que se reflejen acciones contundentes por parte de la policía y la alcaldía municipal, lo cual representa una continua inconformidad y el miedo constante de las personas a salir a las calles.         

Por Cristhian Camilo Cañón Ramos

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