No avanza proceso que esclarezca muerte de la rectora de un colegio de Soacha

Gladys Rodríguez Cañón, propietaria y rectora del Liceo
Pedagógico de Cundinamarca, murió
trágicamente el 10 de octubre de 2018 en la ciudad de Santa Marta
, mientras
se encontraba de paseo con su exesposo. Han pasado 10 meses y el proceso para
aclarar la muerte de la licenciada no avanza, y aunque sus familiares  pidieron que se investigue como un feminicidio, la justicia insiste en la
hipótesis de un homicidio o suicidio.

Luis Andrés Torres Rodríguez es hijo de la licenciada Gladys
y al momento de los hechos él se encontraba en Buenos Aires, Argentina. Cuenta que ese día recibió una llamada
hacia las 8:00 a.m. hora local, donde le manifiestan la trágica noticia.

“Llego al país el 11 de octubre a
la madrugada, mi hermano y unos familiares se encontraban en Santa Marta para
poder trasladar el cuerpo de mi mamá a su municipio, pero la verdad encontramos muchas incongruencias frente
a ciertas acciones. Ella se encontraba con su excompañero de casi 27 años de
convivencia, con la madre de él y una tía”, relata Andrés.

Dice que él y sus familiares siempre han dudado de la hipótesis de un
posible suicidio, y cuestiona la actitud del excompañero sentimental de su madre.
“Por ejemplo durante la velación, que fue el 12 de octubre, nunca dio una
explicación a la familia y estuvo escoltado, no entendimos esa actitud. Sólo hasta
el 14 de diciembre lo hizo porque yo fui al colegio, al que se me prohibió la
entrada después, pero su actitud ha sido de reserva, misterio, de ocultar”.

El 11 de octubre de 2018 se puso la
denuncia en la Fiscalía N° 24 (URI) ; luego, el 26 de diciembre pasó a la
Fiscalía N° 30 de Unidad de Vida de Santa Marta donde un fiscal prosiguió la
investigación como un presunto homicidio,
pero los familiares de la licenciada insisten en que se investigue como feminicidio.

En el mes marzo siguiente, la abogada de
la familia como apoderada de víctimas,  establece todo un proceso investigativo, y con
pruebas y documentos en mano se intenta 
demostrar que la licenciada no tenía
indicios de suicida
, que no era una persona depresiva y menos que estuviera
en estado de embriaguez, como lo relató inicialmente su excompañero
sentimental, cuando sucedieron los hechos.

“Con esas evidencias recopiladas, no
solamente por familiares sino por personas muy allegadas a ella, se puede decir
que nunca fue una persona depresiva,
siempre estuvo hablando de la vida  y su
discurso era el empoderamiento de la mujer, la capacidad de poder vivir sin el
otro, que en este caso fue su exesposo  por la infidelidad que ella tuvo que vivir,  incluso  aprendió a manejar, se compró una camioneta e
invirtió en una nueva empresa”, agregó el hijo de la rectora.

Luis Andrés cuenta que la última vez que la vio viva fue el 30 de
agosto del año pasado, día en que viajó a Argentina.  “En esos días vi una mujer diferente,
empoderada, feliz, segura, precisa en sus movimientos, tenía proyectos de vida,
incluso conmigo, pues íbamos a abrir una sede de la editorial que había creado
en Argentina, participamos en la feria del Libro en Buenos Aires en abril y la
vi con muchos objetivos a corto, mediano y largo plazo”.

Y agrega… “No nos cabe en la cabeza que
una mujer que siempre hablaba de la vida, de disfrutar, que tenía proyectos, que
pensaba pasar navidad con nosotros porque planeábamos  ir a Bariloche y  Neuquén donde un amigo que nos había invitado.
Esto nos deja dudas que se haya quitado la vida por una infidelidad, creo que no es posible”.

¿En
qué va el proceso?

“Sabemos que en la justicia colombiana
un fiscal tiene entre 500 y mil procesos, pero lastimosamente estamos
evidenciando que los homicidios pasan a ser considerados suicidios, y  en este caso la única declaración que fue
tomada en cuenta para poder establecerlo como un suicidio fue la de su excompañero,
que realmente fue muy corta y deja mucho qué pensar.  Considero que hay falencias del debido
proceso
y no se ha respetado un protocolo básico y congruente como fue por
ejemplo la cadena de custodia cuando sucedieron los hechos y otras más”.

Dice Andrés que como víctimas no tienen
garantías ni se respetan sus derechos porque se va cumplir  un año de la
muerte
de su madre  y el examen de
toxicología no se ha enviado a laboratorio, además algunas órdenes que el
primer fiscal determinó tampoco se están realizando.

“Hay una ley de feminicidio, la  1761 o
Ley Rosa Elvira Cely, decretada el 6 de Julio del 2015 y aún vemos muchas
inconsistencias, no todos los casos se esclarecen, y en este caso nos
preguntamos: ¿por qué hay que determinarlo como suicidio si no se está llevando
a cabo un proceso investigativo que realmente confirme que haya sido así?”

Lo que dice Andrés y sus familiares es
que si fue una decisión particular de su madre de suicidarse, que la ley lo
determine con pruebas fehacientes y
científicas
. “Hasta el momento no se ha demostrado, han hecho algunas
pruebas  pero no son las más óptimas,
entonces deja mucho que pensar del debido proceso de la justicia y no sé si se respeta
el protocolo cuando estos actos se cometen”.  

Ante todo lo que ha girado en torno a
la muerte de la licenciada Gladys, su hijo Luis Andrés, junto a amigos y
familiares, están preparando un acto para el próximo 10 de octubre cuando se cumple un año del fallecimiento de
la tan recordada docente.

“No es un acto conmemorativo, es un
acto reflexivo; además  no es un evento  político, es una marcha simbólica y solidaria
con todas las víctimas de feminicidio,
es solicitarle al Estado Nacional que garantice el debido proceso y se nos
reconozca como víctimas porque hay una familia detrás de esas muertes, familias
que después de mucho tiempo todavía no saben cómo murieron sus hijas, sus
esposas, sus hermanas, y que se cumpla la ley
de feminicidio
”.

La convocatoria se extiende a movimientos
sociales, organizaciones de base, fundaciones, vecinas, vecinos y todas aquellas
personas que se sientan identificadas, porque es un tema que transversaliza a la
sociedad actual y “que nosotros como sujetos sociales y políticos, tenemos la
responsabilidad de que se visualice este flagelo, siendo una sola voz para que
nos escuchen”.

El punto de encuentro para la marcha
simbólica y solidaria es este 10 de
octubre
es en la calle 22 con carrera 7, en las afueras del Estadio Municipal,
a las 8:00 a.m.

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