Noche de pánico y miedo en Soacha
La noche del 22 de noviembre de 2019 será un
mal recuerdo para muchos residentes de Soacha. Pánico, miedo, susto y hasta
terrorismo fueron las palabras que penetraron en la mente y los sentimientos de
buena parte de los habitantes del municipio, a raíz de los actos vandálicos presentados
en Bogotá y otras ciudades del país, y de los rumores generados en el voz a voz
y en las redes sociales.
Luego del paro del 21 de noviembre en Colombia y
a pesar de que en Soacha la situación estuvo calmada, al día siguiente la
tensión comenzó a apoderarse de los habitantes de la ciudad. En las horas de la
mañana del viernes 22, la misma Policía recomendó a los comerciantes cerrar sus
negocios como un supuesto acto para
prevenir posibles disturbios. Esto generó pánico e inmediatamente se creó un “corrillo” que se
extendió por las principales zonas comerciales del municipio.
“Cierren, cierren, que viene una turba a saquear los negocios”,
fue la frase que se extendió como pólvora en todo el territorio soachuno.
Inmediatamente los comerciantes del centro de Soacha (ventas de almojábanas, centros comerciales, calle 13, carrera séptima…)
cerraron sus locales, incluso la alcaldía evacuó sus instalaciones; pero el
aterrador mensaje causó efecto también en la Autopista Sur, San Mateo, León
XIII y Compartir. Eran las 9:00 a.m y buena parte de Soacha parecía como si
fuera un Viernes Santo.
Lo anterior presagiaba lo que se podía venir en adelante, y así fue. El Esmad,
Ejército, Policía motorizada y la
caballería comenzó a hacer presencia en las calles, mientras el alcalde y demás
autoridades daban a conocer el decreto que establecía la Ley seca, restricción de parrillero hombre y hasta el toque de queda.
Avanzaban las horas y la sensación de susto y miedo se
apoderaba más de los ciudadanos, mientras algunos simpatizantes del paro
convocaban por redes a un nuevo cacerolazo.
Llegó la tarde y
antes del anochecer se hicieron más fuertes los comentarios sobre la presencia de vándalos en
diferentes sectores de Soacha, especialmente en conjuntos residenciales de Ciudad
Verde, Hogares Soacha y San Mateo. Las sensaciones eran cruzadas porque si bien
el Ejército y la Policía se tomaban las
calles, por el otro lado se rumoraba sobre la posible presencia de bandas delincuenciales
que tenían la firme intención de saquear negocios, viviendas y conjuntos de
apartamentos.
Pasadas las 7:00 p.m.
se registraron enfrentamientos entre miembros del Esmad y un grupo de personas en
las afueras de la Estación San Mateo, dejando como consecuencia varios vidrios rotos y puertas averiadas en
la estructura de Transmilenio.
Mientras eso pasaba, las redes sociales se encargaban de sembrar
miedo y zozobra entre los ciudadanos. Reportes sobre presencia de
vándalos se publicaban por doquier, se enviaban audios pidiendo desesperadamente
la presencia del Ejército y se
subían fotos para tratar de evidenciar que la situación era delicada.
Varios videos y fotografías mostraban lo que sucedía en
sitios como Ciudad Verde, Hogares, Soacha, Parque Campestre, Casa Linda, San
Ignacio, Ciruelos, Quintanares, Maiporé, San Carlos, San Humberto, Arboleda, Quintanares, Torres del Parque,
Quintas de la Laguna y Zapán, entre
otros. La gente manifestaba que las amenazas de los delincuentes para
penetrar a los conjuntos era evidente, incluso algunos aseguraron que grupos de vándalos ingresaron a
unidades residenciales a saquear.
El denominado “terrorismo”
en las redes causó su efecto y los residentes de Soacha no durmieron,
porque ellos mismos se armaron con
palos, varillas, objetos contundentes y hasta con armas de fueron para
defenderse de los vándalos.
Así avanzó la noche y para algunos la tranquilidad llegó
cuando pelotones del Ejército hicieron presencia en diferentes
sectores de la ciudad, teniendo en cuenta que se había decretado el toque de queda y nadie podía estar en
las calles.
“La horrible y larga noche”
por fin se acabó y muchos despertaron de la pesadilla, la misma que demostró
que el miedo invade fácilmente a los seres humanos y que el pánico traiciona a
las personas. Sin embargo para muchos la
prevención será siempre la mejor medida para la seguridad.
Lo cierto es que fue una
noche tensa y llena de pánico, y si bien se presentaron hechos lamentables como
el saqueo a algunos almacenes, fue más fuerte la capacidad de las redes de
sembrar miedo, pánico y zozobra entre los habitantes de Soacha.
Este medio insistió en conocer la versión oficial de las
autoridades locales, pero ni el secretario de gobierno ni el Alcalde atendieron
la solicitud.